Teddy Bautista propone un pacto de Estado por la modernización

Teddy Bautista, presidente del consejo de dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), hizo ayer doblete de comparecencias. Por la mañana acompañó a la ministra de Cultura en la presentación de la Encuesta de hábitos y prácticas culturales en España 2002-2003 y por la noche ofreció una intervención en el Club Siglo XXI. Delante de él, Carmen Calvo confirmó que el próximo viernes día 8, el Gobierno aprobará en Consejo de Ministros un plan antipiratería, algo que se ha reclamado insistentemente y que Bautista lamenta que llegue tan tarde. "Si nos hubieran hecho caso hace cuatro años, ahora no tendríamos que lamentarnos de la pérdida de miles de puestos de trabajo en el sector discográfico", afirmó en el ministerio.

La antipiratería se ha despreciado desde muchos sectores, según Bautista. "La falacia contra la antipiratería ha pasado factura. Se ha despreciado esta lucha diciendo que no era para tanto, que sólo era el modo de subsistencia de algunos emigrantes, cuando no era verdad", aseguró el presidente de la SGAE.

El futuro digital

En el Club Siglo XXI, Bautista pronunció su conferencia Los desafíos de la propiedad intelectual en la sociedad del conocimiento, en la que propuso "un pacto de Estado que permita la modernización cultural definitiva de España más allá de los intereses sectoriales". Fue presentado por el actual rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, y abordó cuestiones como la distribución de contenidos en las redes digitales, la autorregulación del nuevo modelo tecnológico y digital o el papel de las entidades de gestión y del autor en la sociedad del conocimiento.

Abogó por una defensa sin fisuras del papel del creador, ya que, según recordó, "el autor es el punto de arranque de la cadena de valor añadido en las industrias culturales y éste es un sector en alza que, actualmente, ocupa en nuestro país a 750.000 empleados y genera el 6% del PIB". En ese sentido, reclamó que la futura Ley de Propiedad Intelectual se erija en el marco legal adecuado: "Para impedir el desvanecimiento de la propiedad intelectual y estimular a los creadores a vivir del rendimiento de sus obras", aseguró. "Los creadores, sin una ley para protegerlos, serían como los trabajadores manuales sin un estatuto laboral que consagrara sus derechos sindicales", remachó.

Bautista dibujó también los desafíos y oportunidades que plantea la revolución tecnológica: la desmaterialización de las obras intelectuales, la irrupción masiva de Internet, la proliferación de delitos contra la propiedad intelectual y, lo que es más grave, la irresponsabilidad en la explotación de las obras en la Red o la noción de pérdida del derecho de propiedad de autores.