La mitad de las deducciones por vivienda benefician a rentas medias y bajas
El 51% del ahorro corresponde a hogares con ingresos anuales inferiores a 18.000 euros
Los incentivos fiscales a la compra de vivienda benefician en gran medida a contribuyentes con ingresos medios y bajos. Un 51% de las cantidades deducidas por ese concepto correspondieron a contribuyentes con ingresos anuales inferiores a 18.000 euros, según datos de la Agencia Tributaria. Por el contrario, los beneficios por aportaciones a planes de pensiones se concentran en las rentas altas, a partir de 42.000 euros. Esta deducción será uno de los elementos más afectados por la reforma fiscal que prepara el Gobierno y cuyas líneas maestras se presentan esta semana.
El equipo económico del Gobierno ha centrado en las deducciones del IRPF buena parte de sus planes de reforma del impuesto, que se concretarán este año para aplicar ya a los ingresos de 2006. En principio, el Ministerio de Economía se planteó modificar la principal deducción por cuantía, la de vivienda, y la de planes de pensiones. Pero un análisis de las cifras disuadió a este departamento de introducir grandes cambios en vivienda, con el argumento de que están muy repartidas entre los diferentes tramos de renta, con especial incidencia en las medias y las bajas.
Los datos de la Agencia Tributaria evidencian que el 51,56% del importe anual deducido por compra de vivienda se distribuye entre los contribuyentes cuyos ingresos no rebasan los 18.000 euros brutos anuales. La cifra, correspondiente a las compras en las que se recurre a financiación de bancos, cajas u otras entidades (la mayoría), figura en la memoria tributaria de 2003 (última disponible) elaborada con datos de 2002. En total, las deducciones de vivienda sumaron 3.850,8 millones de euros, más del 8% de lo que ingresa Hacienda por el impuesto sobre la renta.
Con este mapa de las deducciones, el Ejecutivo ha optado por mantener esencialmente la deducción como hasta ahora e introducir alguna simplificación. Así, se mantendrá la deducción general del 15% sobre las aportaciones para compra de vivienda, con un límite de 9.015 euros anuales, pero previsiblemente se eliminará el 20% que ahora se aplica cuando la financiación es ajena y el 25% en los dos primeros años.
En planes de pensiones, sin embargo, los cambios serán más profundos. Hacienda considera que esas deducciones están muy concentradas en las grandes rentas, por lo que se propone limitar los incentivos. De las aportaciones realizadas a planes de pensiones en 2002, que ascendieron a 845 millones de euros, el 51% las realizaron contribuyentes que ingresan más de 42.000 euros al año. En las rentas más bajas, la presencia es casi insignificante. Por debajo de 21.000 euros, sólo se aporta el 8,26% de esas cantidades.
Las grandes líneas del nuevo IRPF se conocerán previsiblemente mañana. El ministro, Pedro Solbes, presentará los principales cambios, que incluirán también una rebaja del tipo máximo del IRPF desde el 45% actual hasta un 43% o 42%, así como del mínimo, aunque en menor cuantía, además de una reducción del número de tramos.
3.471 ricos
Pese a la importancia cuantitativa de las deducciones, su peso respecto a la cantidad que finalmente paga el contribuyente al fisco es menor que hace unos años. Las deducciones representaban en 2002 un 13,26% respecto a la cuota íntegra, un porcentaje que no ha dejado de descender desde 1999, cuando entró en vigor la primera reforma fiscal del Partido Popular, que redujo la posibilidad de deducir. Es decir, los contribuyentes tienen ahora menos incentivos fiscales que hace unos años.
Por el contrario, el peso de las rentas del trabajo en lo que Hacienda recauda cada año es cada vez mayor. En 2002 esas rentas representaron el 77,21% del total, un porcentaje superior al 76,38% del año anterior. También crecen, aunque levemente, el tipo medio (hasta el 26,83%) y el tipo efectivo (el resultante una vez aplicadas las deducciones, hasta el 23,51%). Los ingresos tributarios los realizan principalmente las rentas medias, pues el número de ricos parece limitarse a 3.471. Sólo esos contribuyentes declaran percibir más de 600.000 euros al año.
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