Ibarretxe acusa a Zapatero de resucitar el "recorte de libertades" de Aznar

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, aprovecharon ayer la anulación de la candidatura de Aukera Guztiak (AG) por el Supremo para comparar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con la etapa del "recorte de libertades" de José María Aznar. En la celebración del Aberri Eguna (Día de la Patria vasca) en Bilbao, Ibarretxe acusó al PSOE de introducir a la sociedad vasca en el "túnel del tiempo hacia la ilegalización, haciendo lo mismo que Aznar". La Presidencia del Gobierno vasco anunció anoche que el lehendakari recibirá hoy a representantes de AG.

El PNV cambió el escenario tradicional para celebrar su Aberri Eguna y la plaza Nueva de la capital vizcaína se quedó pequeña para acoger a los varios cientos de simpatizantes que acudieron para reafirmar el lema de la campaña de la coalición nacionalista: Nos toca decidir.

El cuerpo electoral peneuvista parecía engrasado para la inminente campaña y los oradores no defraudaron a su parroquia. El derecho a decidir de los vascos para forzar al Gobierno a negociar el proyecto de nuevo Estatuto fue el hilo conductor de buena parte de las intervenciones tanto de Ibarretxe como de Imaz, bien en sentido positivo -"no os dejéis arrebatar nunca la capacidad de decidir", subrayó el lehendakari-, bien para afear a los socialistas su negativa a negociar el plan Ibarretxe aunque la coalición PNV-EA logre una mayoría suficiente en las urnas. "Un concepto moderno de la democracia", ironizó el candidato Ibarretxe, "eso de decir que no negociaremos sea cual sea el resultado democrático" en los comicios del 17 de abril.

Imaz aprovechó para censurar al PP de Mariano Rajoy por intentar ligar el nacionalismo vasco del siglo XXI con las "castas", las "tribus" y los pueblos. Y añadió: "Ser español debe ser por inspiración divina. Lo debe decir el nuevo libro sagrado de los druidas, la Constitución española". El presidente peneuvista desahució los proyectos políticos que se basen en "constituciones divinas" y "soberanías intocables" que ya no existen. De hecho, en clara contradicción con la apuesta por un Estado vasco de su socio de coalición, EA, Imaz eligió un día como el del Aberri Eguna para reiterar su concepto de nación cívica vasca y decir que "los Estados nación se van, no son el futuro". Dirigiéndose a los jóvenes, les advirtió de que ni siquiera el proyecto de nuevo Estatuto "va a garantizar por sí mismo el ser nación. Son sólo instrumentos", aclaró.

Lo importante, según él, es la defensa de la identidad, el crecimiento económico, el euskera y construir un autogobierno "eficaz, efectivo y con cabeza", no sólo con corazón. Ibarretxe fue mucho más visionario en su planteamiento y expresó una idea, recurrente ya en los mítines del Aberri Eguna, de que hace 2.000 años existía el pueblo vasco y que dentro de 2.000 años no sabe "si habrá Unión Europea, España, Francia, pero aquí seguirá habiendo un pueblo, el pueblo vasco". El eco de los aplausos recorrió toda la plaza.

Los castigos verbales a los que está sometiendo Batasuna al PNV desde que comenzó la precampaña no pasaron desapercibidos para ambos dirigentes. Ibarretxe volvió a evidenciar la sima que existe entre la patria que defienden los peneuvistas y la de quienes como Batasuna "son incapaces de liberarse de la bota de ETA" y de "tener un proyecto político propio".

Imaz pidió al mundo que lidera Arnaldo Otegi que no busquen "culpables a su situación en este lado". "Nuestra patria es de hombres y mujeres libres", en la que "nadie tiene que ser asesinado por pensar distinto o amenazado por tener una empresa". "¿Cuándo va a parar toda esa locura?", se preguntó.

El lehendakari también mencionó al mundo de Batasuna, pero hizo una distinción que en plena precampaña electoral no pasó desapercibida para nadie. "El auténtico enemigo político de Batasuna, sobre todo de su dirección, no de sus votantes, somos nosotros", dijo, en un intento de diferenciar a los dirigentes, que van a llevar "al abismo político" al mundo de Batasuna, de sus seguidores. Unos votantes que fueron esenciales en 2001 para evitar la victoria del constitucionalismo que encabezaba el popular Jaime Mayor y que ahora pueden ser de nuevo muy efectivos para lograr la mayoría absoluta que persiguen los nacionalistas.

El candidato a la reelección apuntó que el temor real del Gobierno, el PSOE y el PP no son los votos de Batasuna, sino que se vuelva a "repetir la escena" de un lehendakari subido en la tribuna del Congreso "defendiendo el derecho a decidir" de los vascos. E Imaz reprochó a Zapatero no haber dado "ni un solo paso" en este primer año para cumplir el Estatuto de Gernika. "Los socialistas vascos no creen en el autogobierno. No creen ahora y no han creído nunca", resumió.