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SEXO

Corazones en reconstrucción

Cuando alguien sale de la vida de uno para siempre, la puerta queda abierta a nuevas aventuras. Superado el momento inicial de parálisis y mitificación del pasado, conviene aprovechar la experiencia. Nos ayudará a saber elegir, a disfrutar al máximo y, en definitiva, a vivir el presente.

Desde la implantación de la Ley del Divorcio en España en 1981 se han producido 600.000 divorcios y casi un millón de separaciones. A la vista de estas cifras, puede parecer que romper un matrimonio es fácil. En ciertos casos, la separación de la pareja es una liberación, pero en la mayoría, la pérdida de un proyecto común significa frustración y tristeza. "Al romper suele darse un trastorno adaptativo que puede acabar en depresión, una especie de duelo con el finado presente", explica el psicólogo y sexólogo Miguel Ángel Cueto.

Pero la vida sigue, ofreciendo muchos caminos. Habrá quien renuncie al amor, volcándose en otros intereses, y quien trate de recuperar el tiempo perdido. Otros buscarán un revival con el/la ex. "A veces, la ruptura es porque los individuos olvidan que fueron ellos los que eligieron convivir", explica el psicólogo y sexólogo Pedro La Calle; "con la distancia se dan cuenta de que el otro muchas veces no tenía la culpa, así que uno o los dos intentan reanudar la relación".

Los varones ven la separación como una oportunidad de llevar a cabo sus fantasías, mientras que las mujeres suelen renunciar al sexo. Para muchas, perder la pareja es perder las ilusiones. De todos modos, influye el grado de dependencia, la forma de apego y si la ruptura es entre parejas asentadas o en el periodo de enamoramiento. "Se debería pensar más en la construcción de una buena ruptura, hablar y aceptar el desacuerdo. A veces, saber romper y saber aceptarlo es lo mejor", añade La Calle.

La vuelta al mercado. No hace falta tirar de agenda, basta mirar alrededor con nuevos ojos. Las actitudes y los condicionantes para relacionarse habrán cambiado, pero se puede rehacer la vida. "Mejor poco a poco, aprendiendo de nuevo a expresar los deseos y a apreciar los del otro. No hay que perder el miedo o la vergüenza, sino superarla cuando realmente se desea", explica La Calle. Imponerse no sentir tristeza o rabia no ayuda; es preferible cultivar amistades para expresar nuestras incertidumbres y clarificar nuestros sentimientos.

Superada la primera fase de acercamiento a otras personas, ¿cómo evitar el miedo escénico al pasar a mayores? Conviene recordar que la intimidad no se consigue en una noche. Y valorar lo que nos aporta la veteranía: uno sabe lo que no quiere, ha perdido complejos, se sabe reír de uno mismo y conoce más su cuerpo y la forma de conducirse en los actos sexuales. Además, ¿acaso el momento de descubrir las teclas del placer propio y ajeno no resulta uno de los más bonitos de una relación?

Claves para que la vida siga

Muchas personas se encuentran en tu situación y andan buscando su segunda (o tercera, o sexta) oportunidad.

No fuerces las cosas ni cedas a las presiones del tipo "hace años que estás separado/a. Deberías salir con alguien".

El círculo de amigos o el trabajo quizá no sean los lugares más adecuados para iniciar una relación. Internet ahora pone fácil lo de relacionarse con gente con las mismas aficiones, intereses… Existen 'chats' más serios que los típicos de ligoteo.

Las "citas a ciegas" que te organicen los amigos no te solucionarán la vida, pero por probar… Ellos te conocen como para saber que con "esa persona" puede surgir la chispa.

Prohibido decir que "funcionará mal otra vez". Pero si detectas que una cita no marcha, no pasa nada y no pierdas el tiempo.

No busques ni una réplica de tu 'ex' ni su opuesto.

No te muestres como un pobre gatito abandonado ni como el mayor resentido/a de la tierra. Como todos, tienes un pasado. Pero esto no debería condicionar tus futuras relaciones.

Sé natural y no trates de agradar a cualquier precio. Es la mejor manera de poner los cimientos a una futura relación.

No tengas miedo de expresar tus miedos. Es decir, es muy lícito sentir temor en los inicios de una relación. Y si la otra persona de verdad merece la pena, sabrá comprenderlo.

Y a la hora de adquirir seguridad, recuerda: la veteranía es un grado, y tener las cosas claras, un gran aliado. l

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