Medio Ambiente autoriza la caza de liebres y conejos en cotos de Córdoba para intentar acabar con una plaga
La Consejería de Medio Ambiente aprobó la semana pasada un paquete de medidas para intentar acabar con la plaga de conejos y liebres que está destrozando los cultivos en la Campiña Sur de Córdoba. Una de las soluciones que ya se está aplicando es agilizar las autorizaciones para cazar liebres y conejos en los cotos que se han visto afectados.
El delegado de Medio Ambiente en Córdoba, Luis Rey, se reunió el martes pasado con los representantes de las organizaciones agrarias UPA (Unión de Pequeños Agricultores) y Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores), de las sociedades de cazadores de la Campiña Sur y de los ayuntamientos afectados. Y se acordó que se agilizará la tramitación para que los cazadores puedan capturar los conejos con escopeta, siempre y cuando tramiten la autorización en la Delegación de Medio Ambiente.
Rey quiso dejar claro que esta medida no supone la apertura de la veda, como habían solicitado algunos agricultores: "Son medidas excepcionales de choque". La consejería también permitirá que se capturen los conejos con hurones.
Otra de las medidas impulsadas por Medio Ambiente consiste en el ofrecimiento a los agricultores de los servicios de la compañía pública Egmasa (Empresa de Gestión Medioambiental) para la captura de los animales. Los conejos y liebres serán trasladados al Parque Natural de Cárdena y Montoro, donde habitan varias parejas de linces, cuya dieta se basa en gran parte en estos animales.
Las organizaciones agrarias, aunque las consideran insuficientes, dieron el visto bueno a las medidas. Francisco Barranco, de la UPA, dijo que hubieran preferido que se abriera la veda durante 15 días para acabar con el problema definitivamente. Dentro de un mes, los implicados volverán a reunirse con el responsable provincial de la consejería para estudiar la evolución de la situación.
Antes de la reunión, la UPA amenazó con organizar movilizaciones si no se adoptaba ninguna medida. Según esta organización, cerca de un 25% de la cosecha estimada de la comarca ya está afectada. Se trata en gran parte de vides y el problema se agravará cuando este cultivo tenga los primeros brotes tiernos. La Unión de Pequeños Agricultores ha recogido 700 firmas de campesinos y sostiene que las propias plantas podrían quedar dañadas indefinidamente.
Uno de los factores que ha provocado el problema ha sido la escasez de lluvias. En el campo la hierva apenas ha brotado y los conejos y liebres de la zona recurren a los cultivos para alimentarse.
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