Esquivel, un ejemplo

El poblado de Esquivel, en Alcalá del Río (Sevilla), proyectado por el arquitecto Alejandro de la Sota entre 1952-1955, es sin uno de los ejemplos más citados y prestigiosos del patrimonio rural del franquismo.

"Aunque utiliza un lenguaje rural, Esquivel tiene muchos valores de modernidad. Estos pueblos sirvieron como laboratorio para poner en práctica ideas que llegaban del Reino Unido, como las ciudades satélites ubicadas en la periferia", explica el arquitecto Ramón Pico, quien junto a Javier López forma el estudio de arquitectura sevillano Acta.

Miraelrío en el término municipal de Vilches (Jaén) y La Vereda, en Peñaflor (Sevilla), ambos proyectados por José Luis Fernández del Amo, destacan también entre los pueblos de colonización. "Miraelrío, de 1967, está formado por un anillo de 70 viviendas y en la explanada interior se ubican todos los edificios de uso colectivo, como el Ayuntamiento, la iglesia, la escuela, el club social, las tiendas. Éste es uno de los pueblos que está en peligro, porque ha crecido mucho y, hace un par de años, han pretendido construir en el espacio libre de la explanada, lo cual desvirtuaría el proyecto de Fernandez del Amo", argumenta Pico. Fernandez del Amo participó también en San Isidro, de Níjar (Almería).

Manuel Calzada, coordinador del simposio que reunirá en Sevilla a especialistas de toda España, asegura que para que el congreso sea un éxito será necesaria "la presencia de los Ayuntamientos, para que sean conscientes de que tienen que valorar su propio patrimonio".