Un acusado de violación mata a tiros a un juez durante la vista en Atlanta
Nichols escapa de la sala tras causar la muerte a otras dos personas
Brian Nichols llegó al juzgado del condado de Fulton, en Atlanta, donde estaba siendo juzgado por violación, quitó el arma a uno de los guardianes que lo custodiaba y empezó a disparar contra los presentes. Después se dio a la fuga en un coche robado de color verde, sin que se haya sabido más sobre su paradero. En el tiroteo perdieron la vida tres personas, entre ellos el juez Rowland Barnes. Un herido se halla en estado crítico.
Así de simple sucedió todo, a las 9.10 (3.10 en la España peninsular), en un país que se supone blindado tras los atentados del 11-S. El incidente avivó el debate sobre si la seguridad en estos edificios es suficiente y si su personal está capacitado para hacer frente a este tipo de episodios. No es el primer individuo que en los últimos días irrumpe en un tribunal estadounidense y arriesga la vida de los presentes.
Para no dar la impresión al jurado de que el acusado en el juicio es culpable, los guardianes retiran las esposas al reo y se le viste de civil. Pero el acusado aprovechó la situación para quitarle el arma al miembro del servicio de seguridad que le conducía hacia la sala en la que iba a ser juzgado y disparó contra el juez Barnes y su ayudante, a los que hirió de muerte. Después salió de la sala, situada en la octava planta del edificio, y abandonó el juzgado.
Los miembros del jurado no se encontraban en la sala cuando se produjo el tiroteo. En la huida disparó de nuevo en la calle contra un policía, antes de encañonar a un periodista y robarle el coche, con el que se dio a la fuga. El magistrado llegó al hospital prácticamente muerto. Se intentó la reanimación durante varios minutos, pero no fue posible salvar su vida. Lo mismo sucedió con su ayudante. El oficial tiroteado en la calle también murió por los disparos del reo.
Nada más producirse el trágico episodio, empezó a cundir el caos en el centro de Atlanta, muy frecuentado por turistas, y se decidió cerrar los 36 colegios de la zona como medida de precaución. Nadie, ni siquiera los niños, podía entrar o salir de los edificios sin consentimiento de los responsables de la seguridad, mientras los padres mostraban su nerviosismo ante lo sucedido.
Nichols, de 33 años de edad, es el principal y único sospechoso en el tiroteo, está acusado de violación y su ficha de delitos es extensa, entre los que se encuentra la posesión de drogas. Su juicio por violación debía quedar visto para sentencia ayer mismo. El sheriff del condado de Fulton, Myron Freeman, evitó dar detalles concretos sobre el desarrollo de la investigación y se limitó a decir que el culpable, que está en paradero desconocido, será llevado ante la justicia para que sea castigado por este crimen.
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