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UN AÑO DESPUÉS DE LA MATANZA

Mohamed VI: "Tenemos heridas comunes"

El monarca alauí alaba en una declaración que los españoles no hayan caído en la xenofobia antimarroquí después del 11-M

"Comparto la emoción del pueblo español dado que tenemos heridas comunes" causadas por los atentados de Casablanca, en los que murieron españoles, y por los de Madrid, que se cobraron la vida de varios marroquíes. El rey Mohamed VI respetó el silencio de la ceremonia del Bosque de los Ausentes, en el parque del Retiro, a la que asistió junto a los Reyes, pero difundió, a través de su Embajada, una declaración escrita para "manifestar al pueblo español todo el apoyo y la total solidaridad del pueblo marroquí" en el primer aniversario del 11-M.

Por tercera vez, desde principios de año, el soberano alauí alabó también "el gran discernimiento mostrado por el pueblo español, que convive con serenidad y amistad al lado de cientos de miles de marroquíes (...)".

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Mohamed VI se alegraba así de que los españoles no hayan caído en el racismo ni en la xenofobia después de que las bombas, colocadas en su mayoría, por súbditos suyos, ensangrentasen la capital.

En los Países Bajos un puñado de exaltados quemó mezquitas y atacó centros de inmigrantes después de que un fanático holandés de origen marroquí asesinase, el pasado noviembre, al cineasta Theo van Gogh. Hubo incluso un responsable político, el comisario europeo Frits Bolkestein, que exigió al monarca alauí que se pronunciase con más contundencia contra el extremismo musulmán.

Pese a que en España no ha sucedido nada parecido, acudir a Madrid, a la conmemoración del 11-M, requería "valor" por parte del rey, según dijo a Efe su embajador en España, Omar Azziman.

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Marruecos sigue siendo impopular en España e Ilham Alami, una periodista de la televisión marroquí 2M, lo comprobó al plantarse, anteayer, con su cámara, en la Gran Vía madrileña para preguntar a los transeúntes lo que opinaban de su país.

"Fue como un puñetazo en plena cara", comentó tras hacer varias entrevistas. "La gente tiene miedo a los marroquíes y se muestra hosca, agresiva y dolida con mis compatriotas. No me esperaba que tuviese sentimientos tan exacerbados", añadió. Su experiencia dista mucho de la "convivencia amistosa" descrita por su rey.

Acaso ese temor haya incitado al séquito real a evitar que Mohamed VI pisase el asfalto. Los automóviles oficiales le recogieron en la puerta de salida de El Retiro -la muchedumbre agolpada en la acera permaneció impasible- mientras, por ejemplo, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se echaba a andar por la calle Espalter en busca de su coche.

Al monarca alauí le gustan poco esos actos protocolarios que caracterizan las cumbres. Por eso, aunque llegó el jueves a las ocho de la tarde, no estuvo presente en la cena que ofreció don Juan Carlos a las personalidades que se desplazaron a Madrid con motivo de este aniversario. Prefirió quedarse en el Hotel Ritz.

El protocolo español colocó a Mohamed VI en el Retiro muy cerca del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, del que sólo le separaba la presidenta de Letonia, Varta Vike-Freiberga. Desde hace once años la frontera entre los dos países magrebíes permanece cerrada y la relación dista de ser cordial, pero eso no impidió a Buteflika dirigirse constantemente al soberano.

Cuando terminó el acto, la pareja real española saludó a los asistentes. Tras besarle, fue a Mohamed VI al que más tiempo dedicó. Más lejos estaba el príncipe Mulay Rachid, hermano del rey que, el jueves, pronunció un discurso en la cumbre antiterrorista de Madrid.

Para estar presente en la capital, Mohamed VI acortó una gira oficial por África subsahariana. Ayer, nada más concluida la ceremonia, viajó a París. Pasará una semana de vacaciones, según la agencia France Presse, en el castillo de Betz, una propiedad de 70 hectáreas que pertenece a la familia real marroquí. Además de su esposa, la princesa Lalla Salma, entre 200 y 300 personas le acompañarán durante su estancia.

Kofi Annan, en el centro, conversa con Javier Solana. A la derecha de éste, Mohamed VI y su hermano, Mulay Rachid, en el Bosque de los Ausentes.
Kofi Annan, en el centro, conversa con Javier Solana. A la derecha de éste, Mohamed VI y su hermano, Mulay Rachid, en el Bosque de los Ausentes.GORKA LEJARCEGI

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