Los padres católicos reúnen tres millones de firmas a favor de la clase de religión
Rajoy, Zaplana, Acebes y Pastor dan su apoyo a la campaña alentada por la Iglesia
La Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) entregó ayer en el Congreso "más de tres millones de firmas" para que la asignatura de Religión sea equiparable por completo a cualquier otra y tenga una alternativa con el mismo peso académico. Concapa, los sindicatos USO y FSIE, la patronal CECE, profesores de religión y otras asociaciones acudieron a entregar las firmas a La Moncloa, pero el presidente asistía a la cumbre sobre terrorismo que se celebra en Madrid. Posteriormente, la plana mayor del PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, les recibió en el Congreso y dio su firma a la campaña, alentada por la Iglesia desde su inicio, hace cinco meses.
La confederación católica fletó un autobús en el que viajaron los representantes de todas las asociaciones que han apoyado esta campaña. Primero pararon en Moncloa para entregarle a José Luis Rodríguez Zapatero las firmas, pero el presidente no estaba allí. Les recibió el jefe de gabinete, José Enrique Serrano, y una asesora en temas educativos del presidente, Marifé Santiago. Esa fue la primera decepción: "Es una falta de sensibilidad, el presidente recibe a grupos minoritarios pero no tiene cinco minutos para recibir tres millones de firmas. No tiene excusa posible, ni cumbres de Estado ni nada", reprochó el presidente de Concapa, Luis Carbonel.
Después emprendieron la marcha hasta el Congreso de los Diputados. Todos los grupos estaban avisados a través de un burofax, pero sólo el PP acudió a recibirlos. Salió el líder del partido, Mariano Rajoy, y firmó en uno de los pliegos. Así lo hizo también Ángel Acebes, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana y la responsable de política social de su partido, Ana Pastor. Después las cajas de firmas se entregaron en el Congreso. "Son simples cajas con firmas, no pretendemos una iniciativa legislativa popular ni que se debata en el Parlamento porque eso requiere unos impresos especiales y estos no cumplen los requisitos, simplemente recogen la voluntad de muchas familias", explicó después Carbonel. "Dejarlo en el Congreso nos parecía lo más adecuado ya que el presidente Zapatero no había querido recogerlas", añadió.
Segunda decepción
Pero en el Congreso recibieron la segunda decepción: ningún otro grupo político se acercó a acompañarlos y firmar con ellos. "La Concapa representa a muchos padres de alumnos, de todas las sensibilidades y nos parece decepcionante que ninguno haya querido estar aquí", lamentaron Carbonel y sus compañeros de viaje. "Es una falta de sensibilidad muy grande no dedicar cinco minutos a más de tres millones de familias. Para hacer la nueva ley educativa hay que escuchar a todos, y nosotros somos una parte", añadió el secretario general de la federación de enseñanza del sindicato USO, José Luis Fernández. Quiso también recordar que detrás de la asignatura de religión están los empleos de 18.000 profesores en los centros públicos.
La Conferencia Episcopal ha animado esta campaña desde su origen -se han recogido firmas en las iglesias y en los colegios a través de los profesores- y en varias ocasiones ha manifestado su temor a que esta asignatura pueda ser expulsada de los colegios, como pidió el Consejo Escolar del Estado recientemente.
En la actualidad -y desde hace décadas- la asignatura de religión la ofrecen obligatoriamente todos los colegios y es evaluable y computable para la nota media, salvo cuando esa nota es la que da acceso a la universidad o se utiliza para la obtención de becas.
La ley educativa aprobada durante el Gobierno de Aznar concedió tanto a la religión como a la asignatura alternativa el mismo peso académico que tienen las matemáticas o la lengua. Al cambiar el Gobierno, aquella ley quedó paralizada, pero sólo parcialmente, de forma que el sistema de evaluación sí que entró en vigor. Los alumnos repiten curso ahora con más de dos asignaturas suspensas, incluso si una de ellas es la religión. Esto implica que los alumnos que escogen la asignatura confesional pueden repetir curso si la suspenden junto a otras dos, mientras que eso no les ocurrirá, en las mismas circunstancias, a los que no la hayan elegido. Y a unos les cuenta para la nota media mientras que a los otros no, porque no hay alternativa para esta asignatura. El Gobierno ha anunciado que consultará al Consejo de Estado si los alumnos que no elijan religión pueden abstenerse de cursar en su lugar cualquier otra cosa. Pero garantiza que los padres podrán seguir eligiendo Religión en los colegios.
En primaria alrededor de un 79% de los alumnos estudia religión en los centros públicos, una cifra que cae hasta el 50% en secundaria y hasta el 40% en bachillerato. En todas las etapas el número de alumnos que eligen esta asignatura ha caído entre 2 y 5 puntos entre el curso 2001/2002 y 2002/2003.
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