Detectada una población de linces en los Montes de Toledo que se creía extinguida desde hace 15 años
Dejaron de verse hace 20 años. Los científicos pensaron que cada vez había menos. Hace 15 años se dieron por perdidos. En 2000, no quedaba ninguna esperanza de que existieran linces en los Montes de Toledo. Todo esto saltó por los aires la semana pasada: hay linces (probablemente muy pocos) en Toledo. La Junta de Castilla-La Mancha ha encontrado heces de tres linces distintos en la zona en 2004, según ha confirmado el ADN. La organización Ecologistas en Acción ha confirmado otro caso. Junto a Doñana y Andújar, éste se convierte en el tercer reducto de una especie de la que sólo quedan un centenar de ejemplares y que, según un informe publicado ayer, puede desaparecer en pocos años.
"Han aparecido varios restos de heces, lo que supone que hay algún lince en los Montes de Toledo. Es una magnífica noticia", explica el jefe de servicio de espacios protegidos y responsable del programa de búsqueda de Castilla-La Mancha, Antonio Aranda, la primera persona que da una buena noticia sobre el lince en mucho tiempo. El siguiente paso de los expertos es intentar fotografiarlos.
Castilla-La Mancha estableció hace un año un plan de búsqueda de heces ante los avisos de gente del campo que decía haber visto linces. "Los avistamientos no son pruebas fiables, pero decidimos buscarlos dividiendo las 250.000 hectáreas donde podía haber ejemplares en cuadrículas de cinco kilómetros de lado. Un técnico recorre una cuadrícula durante ocho horas. Cuando encontramos heces o un resto de pelo o uñas, lo mandamos a analizar a un centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid que analiza el ADN", explica Aranda.
Los resultados del laboratorio han confirmado la existencia de al menos tres linces distintos. La estación del CSIC en Doñana confirmó el cuarto caso recogido por los ecologistas a kilómetros de distancia (el lugar exacto, por razones de seguridad, es secreto).
Aranda explica que lo más probable es que se trate de la misma población que se dio por desaparecida: "Hemos detectado otros tres restos de heces en Sierra Morena en la provincia de Ciudad Real, pero puede que sean linces de la población de Andújar. Sin embargo, los de Toledo deben ser de la población que estaba catalogada en la década de los año 80 y que se dio por desaparecida. Pensamos que hay una pequeña población y que se reproduce (sin hembras ni reproducción, no habrían durado tanto tiempo)".
Miguel Ángel Hernández, de Ecologistas en Acción, coincide: "Deben ser linces autóctonos porque ha demasiada distancia y demasiados obstáculos desde Sierra Morena hasta Toledo para que sean linces escapados de la población de Andalucía". El nuevo núcleo puede suponer un respiro para el lince ibérico.
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