Rico presenta la edición no venal del 'Quijote' de Castilla-La Mancha

"Estoy como niño con zapatos nuevos". Así presentó ayer Francisco Rico la edición no venal del Quijote con que la Junta de Castilla-La Mancha conmemora el cuarto centenario de la publicación de la novela. Al acto, celebrado en Toledo, asistió el presidente de la Junta, José María Barreda, que aprovechó el día del lanzamiento para anunciar el reparto de 230.000 Quijotes entre los colegios de la región.

Por la calidad del texto y las notas y por la elegancia de la presentación, la edición de Castilla-La Mancha, al cuidado de Francisco Rico, es una invitación a la lectura. "No sé cómo agradecer, primero a José Bono, que puso en marcha la idea, y luego, a José María Barreda y a DQ2005", dijo Rico antes de la presentación, "que me hayan dado la oportunidad de preparar la edición que siempre había querido hacer y que ya me ha proporcionado muchas satisfacciones".

El filólogo se refería al éxito que ha obtenido con esa edición, que en la versión de la RAE está en el primer puesto de los libros vendidos este año. Rico recordó que la RAE "no había hecho ninguna previsión para el centenario, y para la edición popular que quiso patrocinar se acordó reproducir el texto y las notas de este Quijote de Castilla-La Mancha, en formato reducido y con otros prólogos. La edición de la Academia, publicada por Alfaguara, ha tenido un éxito extraordinario", añadió Rico, "y ya se acerca al millón de ejemplares vendidos, dándome la alegría, inmerecida, de que mis textos y mis notas sean probablemente los que han tenido mayor difusión en toda la historia editorial del Quijote".

Rico recordó que, tras haber dirigido "el gran Quijote del Instituto Cervantes, cuya nueva edición, ampliada y renovada, ha sacado hace poco Círculo de Lectores en una edición enciclopédica, de presentación lujosa, en colaboración con un centenar de cervantistas", su deseo era "hacer una edición más personalmente mía, un Quijote básico, un poco al modo de los tomos de La Pléiade, tan elegante como para estar en la mejor biblioteca, pero también muy cómodo como para leer en el avión".

Rico buscaba un libro "de lectura fácil, con un texto modernizado, unas notas muy claras y una interpretación de conjunto en el prólogo, pero también con apéndices informativos, ilustraciones y, en especial, índices completos para la consulta". Y justo eso, dijo, "es lo que me pidieron los amigos de Castilla-La Mancha, dejándome en total libertad para decidir no sólo el contenido, sino hasta los menores detalles tipográficos; confío en que lo hayamos conseguido", concluyó el profesor.

Mientras, el presidente Barreda inició la distribución de distintas ediciones escolares del Quijote entre todos los alumnos de Castilla-La Mancha, desde 3º de educación primaria hasta bachillerato, "adaptadas a su edad y nivel educativo". Con unos 200 alumnos del Instituto de Añover de Tajo (Toledo), empezó el reparto de los 230.000 libros en los centros de su comunidad.