Solbes dice que la solución a RTVE no está en darle más recursos sin redefinir antes el modelo

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, aseguró ayer que la solución a los problemas de RTVE "no está en una aportación adicional de recursos sin ningún tipo de redefinición del modelo de televisión pública para el futuro". En una entrevista con la agencia Efe, el ministro se refería así a las soluciones que sobre el asunto ofrece el comité de sabios en el informe que entregó al Gobierno el pasado día 21.

El consejo de expertos que ha analizado la reforma de los medios de comunicación estatales (RTVE y Efe) plantea la asunción de la deuda histórica por el Estado, configura un nuevo modelo financiero estable y sostenible "con prohibición estricta del endeudamiento financiero". El documento subraya la necesidad de dotar a RTVE de una estructura "suficiente y sólida" de recursos propios, con veto total a las políticas de endeudamiento de carácter financiero en el futuro, así como la aplicación de un sistema mixto basado en recursos públicos (alrededor del 50% del presupuesto), además de otros ingresos comerciales (40% a través de la publicidad y 10% mediante la comercialización de programas).

"Lo que no veo es una solución en la que todo sigue igual y lo único es que el Gobierno aporta recursos financieros adicionales. Ésa no es una solución, es un planteamiento excesivamente simplista", dijo Solbes. El vicepresidente segundo añadió que dicha solución "no es aceptable para mí como ministro de Economía, pero tampoco tiene sentido para el país, porque lo que queremos es tener unos medios eficientes capaces de competir en los próximos años".

El ministro considera que cada uno de los documentos de los que se compone el estudio de los expertos "tiene una validez distinta". "Hay un informe, un voto particular y un análisis económico-financiero de un asesor. Cada uno de los documentos tiene una validez distinta, pero no podemos olvidar que los tres documentos existen", agregó.

Títulos de deuda pública

El asesor económico, Miguel Ángel Arnedo, propuso que una de las dos sociedades de radio y televisión se financiara con "el resultado de su actividad, en competencia con las cadenas privadas, mientras que la otra lo haría mediante la aportación de fondos públicos". Precisaba que el Estado debería hacerse cargo de la deuda por "el bajo nivel de aportación estatal de subvenciones desde que, en 1991, se registraron los primeros déficit de explotación".

En cuanto a la deuda acumulada, que a finales de año alcanzará 7.500 millones de euros, Arnedo se mostraba partidario de que fuera asumida por el Estado o cancelada. Proponía varias fórmulas: en primer lugar, negociar la cancelación anticipada o su canje y, en segundo, realizar una emisión de títulos a largo plazo o distribuir la colocación de títulos en una serie de emisiones. En su opinión, deberían ser títulos ordinarios de deuda pública, puesto que "la emisión de títulos RTVE perdería liquidez al poco tiempo, al no verse seguida de nuevas emisiones en los años posteriores".

El vicepresidente sostiene que la solución debe ser "compatible con la legislación comunitaria", mecanismo que debería ser válido también para la agencia Efe.

Arnedo proponía que el importe anual de las subvenciones destinadas a financiar el servicio de radio y televisión sin publicidad debería fijarse de antemano "de forma objetiva y transparente" y en la cuantía necesaria para cubrir las pérdidas previstas en ese ejercicio concreto. Precisaba que las subvenciones estatales deberían acogerse a lo establecido por la normativa de la Unión Europea, para que puedan ser consideradas "compatibles con el mercado único".

En su voto discrepante, uno de los sabios, Fernando González Urbaneja ponía de relieve que el principal problema de la gestión de RTVE está en "el gasto desmesurado y descontrolado", que ha convertido "en normal lo que es excepcional e inaceptable". Añadía que "el endeudamiento es la fiebre que revela la infección, pero no la infección", y advertía de que "la enfermedad está en el déficit crónico de explotación, lo que provoca una deuda creciente".