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CITA EN MADRID | La opinión de los expertos

Los expertos buscan en Madrid una definición clara del terrorismo

La cumbre intenta obtener un acuerdo que pueda ser aceptado en Naciones Unidas

Guillermo Altares

La primera vez que se utilizaron las palabras "terrorista" o "terrorismo" en un contexto de violencia política fue en 1795, tras la Revolución Francesa, durante el reino de terror de los jacobinos. Doscientos años después, en la época del terror global y tras los atentados del 11-S y el 11-M, sigue sin existir una definición aceptada por la Asamblea de la ONU. Uno de los objetivos de la Cumbre de Madrid, la mayor reunión de expertos en terrorismo celebrada hasta ahora, es lograr crear un consenso académico en torno a una única definición, que pueda llegar también a los Gobiernos.

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Terrorismo es "cualquier acto, además de los ya especificados en los convenios y convenciones vigentes sobre determinados aspectos del terrorismo, los Convenios de Ginebra y la Resolución 1566 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (2004), destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un Gobierno o a una organización internacional a realizar una acción o abstenerse de hacerla". Esta definición, acuñada por expertos de la ONU y hecha pública el 1 de diciembre de 2004, preside el programa de la Cumbre de Madrid y sus organizadores pretenden que se convierta en un texto de consenso. Aquel grupo de sabios ya aseguró que "lograr una convención mundial sobre el terrorismo que incluya una definición es un imperativo político".

"La falta de acuerdo sobre una definición de terrorismo es un tema del que se ha hablado mucho; pero es un debate que a veces nos ha impedido ir más allá", asegura el británico Peter Neumann, experto en terrorismo del King's College de Londres y director de contenidos de la Conferencia de Madrid. "Consideramos que la definición del comité de expertos es buena. Nuestro objetivo es que no vuelva a abrirse el debate y que esta definición sea adoptada por una mayoría de expertos para que tenga la oportunidad de ser universalmente aceptada. Creemos que eso es algo que puede hacerse en Madrid".

Importante pero no vital

"Es un tema muy importante, pero no indispensable, ya que, en ningún caso, puede impedir que siga adelante la lucha contra el terror", asegura sobre esta falta de consenso Javier Rupérez, director del Comité contra el Terrorismo de la ONU. Este diplomático español, nombrado en mayo de 2004, recuerda que hay 12 convenios, de obligado cumplimiento para los miembros de la ONU, que recogen todos los supuestos del terrorismo, así como varias definiciones. "Pero no existe una definición que esté aprobada por la Asamblea General y no se puede ocultar que esa falta de consenso refleja situaciones políticas y ambigüedades", agrega.

Es evidente que el problema que se esconde detrás de este debate no tiene nada que ver con la semántica ("Dominación del terror" o "Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror" son las definiciones del Diccionario de la RAE), sino con la política. La existencia de diferentes listas de organizaciones terroristas -la de la UE y la del Departamento de Estado de EE UU son las que tienen una mayor difusión y fuerza- y los debates sobre la inclusión de ciertas organizaciones -Hezbolá aparece en la lista estadounidense, pero no en la de la UE de mayo de 2004- muestran que este consenso puede tener consecuencias reales sobre el combate contra el terror.

Sin embargo, los expertos aseguran que el terrorismo global de origen religioso de la red Al Qaeda sí despierta un mayor acuerdo. "Es una variedad del terrorismo sobre el que existe un consenso", asegura Fernando Reinares, asesor del ministro del Interior y catedrático de la Universidad madrileña Rey Juan Carlos. "Frente a un terrorismo global que cruza fronteras, por muy efectivas que sean las políticas nacionales van a ser siempre limitadas. La lucha para prevenir atentados, desmantelar estructuras y desbaratar tramas financieras obliga a una cooperación internacional", agrega.

Los expertos mantienen que la red de Osama Bin Laden está establecida en unos 70 países y tiene miembros dispuestos a realizar atentados en no menos de 40 Estados, aunque ni siquiera está clara su existencia como organización en sí. Como escribió el periodista Jason Burke en su libro La verdadera historia del terrorismo radical: "La buena noticia es que Al Qaeda no existe. La mala es que la amenaza a la que se enfrenta ahora el mundo es mucho más peligrosa que la que representaría cualquier líder terrorista con un ejército de seguidores leales".

"Esta conferencia no hubiera tenido lugar hace 10 años, cuando el terrorismo era ante todo local. Nos enfrentamos a un incremento del terrorismo de inspiración religiosa. No sólo quieren cambiar el mundo, sino que no están dispuestos a llegar a ningún compromiso", afirma Neumann. "Es evidente que el terrorismo actual pretende una destrucción global del orden internacional. Es un reto gigantesco. Pero no podemos olvidar que todos los terrorismos tienen los mismos objetivos y hacen lo mismo: matar inocentes", señala, por su parte, Rupérez.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, con el presidente George Bush en la Casa Blanca el 13 de febrero.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, con el presidente George Bush en la Casa Blanca el 13 de febrero.AP

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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