Manifestación del SOC en apoyo al pastor encarcelado

Medio millar de personas se concentraron ayer durante dos horas en la prisión de Puerto II en protesta por el encarcelamiento del pastor de Arcos de la Frontera (Cádiz) que fue denunciado por el dueño de una finca privada porque las ovejas de su rebaño se comieron ejemplares de algarrobos, considerado especie protegida.

El secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), Diego Cañamero, explicó que unas 500 personas se trasladaron a la cárcel portuense, entre ellas, la familia del afectado y varios alcaldes como el de Marinaleda (Sevilla), Trebujena o Espera (Cádiz), que estuvieron desde las 11.30 hasta las 14.00 horas, aproximadamente.

Una representación de la concentración fue recibida por el sustituto del director de la prisión, a quien explicaron la situación, "básicamente que es una injusticia total para este hombre, que no ha cometido un delito digno de estar en la cárcel". Una delegación del SOC será recibida hoy por el director de Puerto II, ya que este sindicato, según Diego Cañamero, pretende "agotar todas las gestiones posibles antes de adoptar otras medidas", como la de protagonizar una huelga de hambre.

Multa impagada

La pena que el pastor debe cumplir en Puerto II es de ocho meses. Luciano Gregorio Pérez, de 45 años, está encarcelado desde el pasado 9 de febrero después de que en 2002 sus ovejas se metieran en la finca Las Anderas, una propiedad privada, y se comieran unos áboles, por lo que fue denunciado y condenado al pago de una multa de alrededor de 1.500 euros y a que su ganado no volviera a cometer el mismo hecho durante dos años, según relató en su día el representante del SOC.

Posteriormente, el ganado volvió a introducirse en la finca, por lo que el pastor fue condenado en firme al pago de una multa, a la que no hizo frente. El SOC pide la revisión de la condena, y tiene abierta una cuenta para recaudar el dinero de la multa. El sindicato ha hecho llegar hasta la casa del pastor dos camiones con comida para que el ganado no se muera, ya que "con la sequía y las heladas no hay pasto".