RTVE perdió el año pasado 723 millones de euros
La UE espera medidas que frenen el aval ilimitado del Estado
El Ente Público RTVE cerró el ejercicio pasado con unas pérdidas de 723,8 millones de euros (frente a los 648 de 2003, un 11,5% más) después del reajuste contable efectuado por el secretario general, Jaime Gaiteiro. Casi una tercera parte (218,4 millones) corresponden a los gastos financieros que permiten prorrogar la gigantesca deuda acumulada, que a final de año alcanzó 6.892 millones. La UE espera medidas para que España frene el aval ilimitado del Estado a RTVE.
Las cuentas de 2004 fueron ayer presentadas por Gaiteiro al Consejo de Administración de RTVE después de revisar algunas de las partidas del presupuesto elaborado por el anterior equipo gestor, del PP. No figuran, por ejemplo, 80 millones de euros que aparecían como ingresos por la reventa de "eventos especiales". Gaiteiro ya advirtió de que esa cifra estaba presupuestada pero que nunca existió.
También se ha registrado un resultado extraordinario negativo de 40,8 millones de euros como consecuencia del cambio de criterio contable en algunas partidas, como es el caso de los gastos de la televisión digital terrestre, que ascienden a 10,3 millones.
El Ente cerró el año con menos ingresos publicitarios de los esperados. De los 733 millones que figuraban en las cuentas se han cubierto 729. Esta reducción obedece a la pérdida de audiencia de la televisión estatal.
Globalmente, RTVE perdió 801,8 millones de euros, de los que una mínima parte (78 millones) fueron enjugados por la subvención estatal. Para este año, el grupo tiene autorizado un endeudamiento de 654 millones, con lo que la deuda acumulada superará los 7.500 al final del ejercicio. Para renovar los pagos de la deuda, RTVE ha emitido bonos por valor de 1.500 millones. Dos de cada tres euros se destinarán a amortizar anteriores emisiones, según explicó Gaiteiro, que avanzó que en dos meses estará en marcha la contabilidad analítica. Este sistema permitirá gestionar mejor el coste y los beneficios de cada programa, así como el valor de cada franja horaria.
Para ponerse en línea con la normativa europea, RTVE debería empezar a aplicar a principios del año próximo, como muy tarde, las recomendaciones de la Comisión Europea. Ayer, sin embargo, expertos del departamento de Competencia aseguraron entender que el Ente Público agote todos los plazos, dado que hay en marcha una reforma, derivada del informe del comité de sabios, que puede cambiar sustancialmente las cosas.
Tal como funciona ahora, RTVE vulnera las normas europeas de la competencia, al igual que las televisiones públicas de Italia, Francia, Portugal y, según se supo ayer, probablemente Alemania, Irlanda y Holanda.
En el caso español, hace ya dos años que Bruselas advirtió a Madrid de que el aval ilimitado del Estado del cual goza RTVE y que evita por tanto su quiebra por endeudamiento, supone, de hecho, una ayuda de Estado que sobrepasa el coste real del servicio público que aporta el Ente. Esto quiere decir que, aunque el Estado sólo financie el 5% del presupuesto, ese aval le facilita desarrollar una actividad comercial que nada tiene que ver con el estricto servicio público, y que le sitúa en clara ventaja frente a los competidores privados. Bruselas considera que el Estado debe limitarse a sufragar sólo el servicio público, que define cada país.
Bruselas pide también que se termine con la exención de impuestos, se separen las contabilidades de la radio y la televisión, haya mayor transparencia en las transacciones dentro del grupo y se cree una autoridad audiovisual encargada de regular el sector. La puesta en marcha de este organismo figura en el dictamen de los sabios.
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