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Zapatero agradece ante la Asamblea francesa la ayuda europea a España

El presidente defiende que la UE es el modelo político que ofrece más libertad e igualdad

José Luis Rodríguez Zapatero se presentó ante la Asamblea Nacional francesa, en París, como el artífice de la vuelta de España "al corazón de Europa". El presidente del Gobierno protagonizó ayer una inédita sesión parlamentaria sobre la construcción europea consiguiendo arrancar aplausos de la izquierda y de la derecha del hemiciclo. "De todos los modelos sociales y políticos que ha hecho el hombre, la UE es el que ofrece mayor libertad e igualdad", dijo Zapatero. España, reconoció, se ha beneficiado enormemente de la solidaridad de Europa, que ha permitido en gran parte la transformación del país.

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"Ahora", añadió el presidente español, "en coherencia, también nosotros estamos dispuestos a aplicar la solidaridad". La previsible ceremonia de corte formal se convirtió, gracias a las preguntas de los representantes de las distintas formaciones políticas, en una animada sesión parlamentaria en la que el jefe del Ejecutivo español consiguió situarse, en muchos momentos, por encima de la divisoria ideológica de la Cámara, permitiendo que los diputados establecieran lecturas de sus palabras en clave de política francesa, lo que provocaba aplausos alternativos de la derecha y de la izquierda, más cálidos incluso cuando eran los de la mayoría gubernamental quienes se identificaban con alguna de las tesis del presidente español.

Zapatero, que fue recibido con pompa y circunstancia por un regimiento de gala con tambores y trompetas, se presentó ante la Cámara como un ferviente republicano en el sentido clásico del término, reivindicando la herencia del 17 de junio de 1798 cuando "los diputados del Tercer Estado proclamaron la Asamblea Nacional" en Versalles, punto de ignición de la Revolución Francesa, y refiriéndose a la Declaración de los Derechos del Hombre como "los valores que llevo en mi corazón".

Arrancó su intervención en francés citando a los defensores de las libertades, desde Lamartine a Víctor Hugo. Luego, ya en castellano, recordó la cita de Malraux que utilizara el rey Juan Carlos en la misma sala en 1993: "Francia es ella misma cuando lleva una parte de la esperanza del mundo". Recordó a Antonio Machado -"al que cubre el polvo de un país vecino"- y lanzó un homenaje a los republicanos españoles "que sabían que combatir por Francia era combatir por la libertad".

Por primera vez desde que en 1993 el Rey de España inaugurara este tipo de sesiones solemnes en la Asamblea Nacional se estableció un turno de preguntas. "Presido un Gobierno progresista", dijo, "pero hoy me siento ante todo representando a un país y, ante todo, me siento en la casa europea". El aplauso que levantó le llevó a recordar que su primera medida tras tomar posesión del Gobierno hace 11 meses fue retirar a las tropas españolas de Irak y la segunda "volver al corazón de Europa, estar con los países como Francia y Alemania y dar un empuje al proceso de construcción" de la UE.

El presidente español sostuvo que la UE tiene cuatro identidades: la paz, la libertad, el modelo de economía social de mercado y el hecho de que es una potencia en el mundo. "Europa ya no es el escenario de la confrontación y tiene que dejar de ser un observador de la escena mundial para pasar a ser un actor, para lo que hay que reforzar la política de defensa", añadió.

No toda la Cámara francesa compartía la misma pasión europeísta y, consecuentemente, favorable al Tratado constitucional europeo que los franceses deben votar en referéndum antes del verano. En las filas socialistas Laurent Fabius, que defendió el no dentro de su partido, mantuvo una actitud de obvio desinterés durante la sesión. Fue, sin embargo, del pequeño grupo comunista desde el que le llegó la pregunta más dura en contra del proyecto europeo, tachado de neoliberal, de insolidario y de escasamente democrático, junto al recuerdo de la "fenomenal abstención" registrada en España.

El presidente español relató entonces los beneficios que disfrutan los ciudadanos de la UE, desde sanidad a educación o pensiones. "Cierto que no es suficiente", añadió dirigiéndose al diputado comunista, "pero de todos los modelos sociales y políticos que ha hecho el hombre, la Unión Europea es el que ofrece mayor libertad e igualdad". Zapatero puso como ejemplo el caso de Extremadura, "una de las regiones más pobres de Europa cuando España entró en la UE". Ahora, explicó, "en todas las escuelas hay un ordenador para cada dos alumnos, y esto ha sido posible gracias a la solidaridad de la Unión Europea, gracias a ustedes. Ahora, estamos, en coherencia, también nosotros dispuestos a aplicar la solidaridad".

El tema del terrorismo no podía faltar. Ya en las palabras de bienvenida que pronunció el primer ministro Jean-Pierre Raffarin, salió la cooperación bilateral contra el terrorismo. "No es una casualidad el que Francia y España sean los países que más utilicen las euro-ordenes de arresto. Los intercambios de información e iniciativas comunes en este ámbito entre los dos países son un verdadero modelo para Europa entera", señaló. Zapatero, por su parte, añadió que es preciso que la UE sea "ese gran espacio de seguridad compartida y de fuerza en el mundo".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su discurso ante la Asamblea Nacional francesa.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su discurso ante la Asamblea Nacional francesa.ASSOCIATED PRESS

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