La mayoría de la comisión del 11-M negocia las conclusiones al margen del PP

Todos los grupos parlamentarios representados en la comisión de parlamentaria de investigación de los atentados del 11 de marzo en Madrid, salvo el PP, se reunieron ayer durante casi cuatro horas para tratar de pactar el texto de recomendaciones provisionales que quieren tener listo antes del primer aniversario de la matanza. Los portavoces trabajaron página a página sobre el texto negociado previamente entre el PSOE e Izquierda Verde. Tanto los socialistas como otros grupos insisten en su deseo de incorporar al PP al consenso, y ayer acordaron retirar las expresiones más críticas con el Gobierno de José María Aznar para no ahuyentar al principal partido de la oposición.

El PP, sin embargo, aún no había opinado ayer sobre el texto que los socialistas repartieron a todos los grupos el jueves. El portavoz de los populares en la comisión, Vicente Martínez Pujalte, explica que ellos mantienen la tesis de que no se pueden "trocear las conclusiones", porque eso no tendría ninguna validez jurídica. Jordi Jané, de CiU, señala que hay que buscar un "mínimo común denominador" para incorporar al PP. "Nadie nos va a perdonar que incitemos a la división", insiste.

Tanto Jané como el socialista Diego López Garrido aseguran que nadie está planteando dividir las conclusiones. "Simplemente pretendemos, antes del aniversario, aportar un documento de recomendaciones firmado por todos, sin que se pase a votar ni tenga validez jurídica alguna", explica López Garrido. Los grupos quieren cerrar este texto antes de mañana.

Pujalte sostiene que el documento que les han pasado "es un papel de conclusiones del PSOE que además culpa al PP de muchas cosas". "Saben que no podemos aceptarlo", asegura, aunque abre la puerta a la posibilidad de apoyar un texto mucho más escueto que se limite a mostrar su apoyo a los más de 1.500 heridos y a los familiares de los 191 fallecidos en el atentado. El que hay encima de la mesa ahora, fruto del trabajo conjunto del PSOE e IU desde septiembre, tiene 45 folios, y propone 125 medidas para mejorar la lucha contra el terrorismo y la atención a las víctimas.

El PSOE insiste en que está abierto a retirar cualquier parte del texto para poder incorporar al PP. Sin embargo, la reunión de ayer fue convocada por los socialistas, que decidieron no incorporar al principal partido de la oposición, sobre todo porque no había dicho nada sobre el texto. En la lectura del documento página a página se fueron incorporando matices y corrigiendo los tonos más críticos con la gestión del PP, hasta suprimir incluso algunas frases en las que se criticaban las "serias disfunciones, desorganización y escasez de dotaciones" de la lucha contra el terrorismo islamista detectados en los trabajos de la comisión.

Dos fases

El PSOE ha decidido buscar primero un acuerdo con los grupos que se han mostrado dispuestos a discutir el documento que la formación mayoritaria ha propuesto. El texto se estaba reelaborando anoche con las correcciones y aportaciones que los demás grupos hicieron a lo largo de la reunión para mejorar o "quitar la literatura" en algunos puntos, especialmente los que se refieren al apoyo de la religión islámica. Hoy se pasará de nuevo el texto modificado a todos los grupos, salvo el PP, para que den su visto bueno definitivo. Los socialistas intentarán después negociar con el PP.

Todos quieren dejar claro, en cualquier caso, que el intento por incorporar al PP será muy decidido, y para ello el PSOE está dispuesto a modificar sustancialmente el documento. Sólo Gaspar Llamazares, portavoz de Izquierda Verde, señala abiertamente que "no pasa nada" si al final el PP rechaza entrar en el consenso de todos los demás grupos porque "será su responsabilidad".

El cuerpo principal del texto se basa en el documento elaborado por PSOE e IU, aunque a él, por petición expresa de CiU, podrían incorporarse cuestiones que están en el documento elaborado por los letrados de la Cámara, que es una recopilación de las recomendaciones hechas por los comparecientes.

Uno de los puntos que quedó modificado fue el de las escuchas telefónicas. La versión final reducirá las posibilidades de la policía de obtener información por esta vía que proponía el PSOE.