Kirchner propone una ley para asumir el control aeroportuario

El Gobierno argentino enviará esta semana al Parlamento un proyecto de ley mediante el cual quedará disuelta la Policía Aeronáutica y traspasará el control de los aeropuertos internacionales al Ministerio del Interior dejando fuera a la Fuerza Aérea, a cargo de la seguridad de estos lugares hasta ahora. Se trata de la medida de mayor alcance adoptada desde que se desencadenara el escándalo del narcotráfico en el aeropuerto bonaerense de Ezeiza.

La decisión del presidente argentino, Néstor Kirchner, supone una merma considerable en las competencias de la Fuerza Aérea en beneficio de las autoridades civiles del país. Kirchner ya ha destituido a una decena de generales y esta semana decidirá, junto a su ministro de Defensa, José Pampuro, el destino de otros cinco. El presidente argentino ha manifestado públicamente su enojo con los militares, no por el hecho de la existencia de una red de narcotraficantes que operaba en el principal aeropuerto del país, sino porque una vez iniciadas las investigaciones éstos ocultaron el hecho a sus superiores, es decir, al ministro de Defensa y al presidente de la República.

El pasado viernes Kirchner ordenó la intervención de la Policía Aeronáutica durante 45 días y puso al frente de la institución -que cuenta con unos 2.200 agentes- al viceministro de Defensa, Jaime Garreta. Ahora se dispone a sustituirla por otra fuerza de carácter civil con un doble objetivo; por un lado, hacer más efectivo el control de las autoridades civiles sobre el organismo, y a la vez permitir que éste realice labores que las Fuerzas Armadas no pueden, como es el caso de las labores de inteligencia en el interior del país. El texto de la ley, que pondrá el control de la seguridad de los aeropuertos en manos civiles, será elaborado por los titulares de Interior y Defensa, Aníbal Fernández y José Pampuro, respectivamente.

Los hasta ahora responsables de la Policía Aeronáutica han señalado que la institución falló en detectar el tráfico de drogas en el aeropuerto porque sus esfuerzos estaban centrados en la lucha antiterrorista. A esto habría que añadirle que no existía colaboración entre la Policía Aeronáutica y el Departamento de Aduanas y que el control de equipajes se realiza en parte por organismos oficiales y en parte por empresas privadas.

Más vigilancia aduanera

El escándalo ha motivado un estrechamiento en la vigilancia sobre los equipajes que pasan por los aeropuertos argentinos. Durante el fin de semana, ha sido decomisado un alijo de 25 kilos de heroína, que estaba lista para ser enviada a Europa. Dos ciudadanos venezolanos fueron detenidos y acusados de narcotráfico.

En cuanto a la investigación del envío a España el pasado septiembre de 60 kilos de cocaína -que ha desatado la actual cascada de destituciones y cambios- un portavoz en Buenos Aires de la compañía aérea Southern Winds, a bordo de uno de cuyos aparatos llegó la droga a Madrid, declaró que la empresa es parte denunciante y que no está implicada en el caso. Expresó además su preocupación por el hecho de que durante el proceso se haya violado el secreto de sumario y que a raíz de esto ya sea pública la identidad de la persona que hizo la primera denuncia.

Se trata del gerente de la compañía, Christian Maggio, quien el pasado 15 de octubre denunció que uno de sus aparatos había sido utilizado para enviar cuatro maletas cargadas de droga a España. "Es algo gravísimo. Maggio tiene que salir a la calle todos los días y ahora se sabe que ha denunciado a una red de narcotraficantes", destacó la portavoz. La misma fuente apuntó a que el transporte de maletas sin viajero no es ilegal, y hasta hay un mecanismo internacional que lo regula. Lo que es ilegal, según esta versión, es el transporte de maletas asignadas a un pasajero cuando realmente el pasajero no existe. En el caso de las maletas sin viajero, éstas son sometidas a unos controles especiales que pueden incluir la apertura del equipaje. La portavoz de Southern Winds no se pronunció sobre si en el momento de la apertura de esas maletas está presente o no un empleado de la compañía. En su declaración ante el juez Carlos Liporace, los tres empleados de la compañía acusados de narcotráfico han implicado a los directivos de Southern Winds en la trama.