Los islamistas consiguen todos los ediles elegidos en la capital saudí
Los resultados provisionales del experimento democrático del pasado jueves en Riad han revelado la línea roja de la religión en Arabia Saudí. Para desmayo de los sectores más liberales, los siete concejales electos en la capital contaron con el respaldo de los islamistas. Algunos candidatos han denunciado que los ganadores "usaron la religión para lograr votos y actuaron como una lista", algo que estaba prohibido. Más allá de legalismos, quienes vieron en estas municipales parciales una oportunidad para empezar a ventilar el país muestran su desencanto.
"¡Kulu mutawa!" ("¡Todos son religiosos!"), transmitía desilusionado A. A. a través de su móvil apenas concluido el anuncio de los resultados el viernes por la noche. El joven periodista respondía a la llamada de un amigo que quería enterarse cuanto antes. Ninguno de los dos había votado y el desenlace parecía sacudir sus conciencias. "Están mejor organizados que los liberales", lamentaba, seguro de que los nuevos concejales van a traer pocos cambios.
Pero para entonces ya se había producido un gran revuelo. Uno de los candidatos, Hizam al Otaibi, intervino en la conferencia de prensa para denunciar que los nombres de seis de los siete elegidos habían circulado en una lista difundida a través de mensajes de móvil y de Internet el mismo día de las elecciones.
Comisión de Quejas
"El texto aseguraba que contaban con el respaldo de las autoridades religiosas. ¿No es eso una violación de la ley electoral?", preguntó Al Otaibi al presidente de la Comisión Electoral, el príncipe Mansur ibn Miteb. Con la flema habitual de la realeza, el interpelado le refirió a la Comisión de Quejas, "un cuerpo autónomo que atenderá todas las denuncias de votantes y candidatos durante los próximos cinco días".
"Si fallamos ahora, nos cerramos el paso al futuro", explicó a esta enviada un reformista que prefirió mantener el anonimato. "No tendría problema con su triunfo si hubiera sido limpio", aseguraba. Sin embargo, Jaled al Ghanami reconocía que "todavía la cultura de este país es religiosa y la gente tiende a confiar en los hombres con barba [religiosos]". Ghanami, un ex islamista, considera que el Gobierno debe dar "una oportunidad a los liberales". De confirmarse los resultados, las autoridades podrían compensarlos en el nombramiento de la otra mitad de los concejales.
Los ganadores se han apresurado a negar las acusaciones. "No hay islamistas y no islamistas en Arabia Saudí", ha declarado Suleimán al Rashudi, "todos somos musulmanes". Este empresario y ex profesor de universidad estuvo en la cárcel en 1990 por firmar una petición a favor de las reformas y está considerado un moderado.
Medio centenar de candidatos se reunieron el sábado en un hotel de Riad para tratar de aportar pruebas de las violaciones cometidas por los ganadores. Su esperanza es que la Comisión de Quejas revoque algunas actas.
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