El conflicto de los 'papeles de Salamanca' llega al Senado

Durante más de seis horas, el Gobierno, la oposición y representantes de casi todas las comunidades autónomas discutieron ayer en el Senado en torno a un punto difícil de acordar: la legitimidad de la comisión de expertos, presidida por Federico Mayor Zaragoza, que redactó un informe en el que recomendaba al Gobierno la devolución de los llamados papeles de Salamanca a la Generalitat de Cataluña.

Mientras la ministra de Cultura, Carmen Calvo, apelaba a la necesidad de cerrar "un asunto doloroso que dura ya 25 años", las comunidades gobernadas por el PP, especialmente Castilla y León, le exigían que mantenga "la historia común que nos identifica como nación española".

El PP acusó a la ministra de haber "abierto un melón muy gordo", en palabras del senador Juan Van Halen. Y le preguntó por qué sólo piensa devolver los papeles a Cataluña. De hecho, la representante de Aragón, gobernada por el PSOE, pidió que se entreguen también sus documentos, expoliados igualmente por el franquismo durante la Guerra Civil. El argumento de Carmen Calvo fue tajante. La Generalitat era la única institución autonómica que existía cuando se produjo el expolio. La actual Generalitat deriva directamente de aquella, y empezó a funcionar antes de que tuviera estatuto, a diferencia de las demás, ya que en 1978 se derogó la ley franquista de 1938 que había anulado esa autonomía.

Uno tras otro, todos los consejeros de comunidades gobernadas por el PP repitieron la misma acusación: "Están pagando los favores al tripartito catalán [PSC, ERC, ICV], esto no es más que una compra de votos". La consejera de Cultura de Castilla y León, Silvia Clemente, sostuvo que los documentos de Salamanca no son "un simple botín de guerra" porque fueron utilizados "con fines represivos" y por tanto deben ser conservados allí "como recuerdo de la intolerancia, el racismo o el totalitarismo político". La ministra le contestó que los textos en discusión "no tienen nada que ver con Salamanca y en muchos casos ni siquiera con la Guerra Civil".

También sostuvo Clemente que todo el PP está de acuerdo en este asunto. Sin embargo, los socialistas apelaron a Josep Piqué, líder del PP catalán, porque él siempre ha hablado de botín de guerra. Varios destacaron la ausencia ayer de este político en un debate que le toca muy de cerca.

La ministra soportó críticas muy duras por parte de Van Halen, quien le llegó a pedir que se pregunte "por qué los anteriores ministros de Cultura fueron tan tontos" y ella "tan lista", ya que nadie se había atrevido a devolver esos documentos. "¿Usted sabe lo que ocurrió con la desamortización? ¿Sabe qué pasaría si todos reclamasen los bienes expoliados? No preste a Elche la Dama de Elche porque habrá que ir a buscarla con la Guardia Civil. Esperemos que no mueva también el Guernica", le dijo.

Calvo apeló en todo momento al "respeto" a la comisión de expertos. Pero el PP no mostró ninguno. Algunos consejeros hablaron de "pantomima". La de Castilla y León acusó al Gobierno de haber "engañado" a Julio Valdeón, experto elegido por esa comunidad. "Dudo que don Julio se deje engañar o ningunear a estas alturas", le respondió la ministra. "Si no le parece respetable Federico Mayor Zaragoza, es muy difícil hablar", protestó. Calvo pidió al PP un esfuerzo para cerrar para siempre este "doloroso" asunto. Lo mismo dijo la consejera catalana, Caterina Mieras.