Alberto Ruy Sánchez explora los delirios de los sueños y el deseo

Alberto Ruy Sánchez (México, 1951) ha regresado de nuevo a Mogador, la puerta de la fascinación, para explorar en su nueva novela, En los labios del agua (Alfaguara), los delirios de los sueños y el deseo. Este escritor mexicano, que no se plantea la literatura como una carrera ni vive de ella -"me quita vanidad y me da libertad"-, asegura que la belleza del erotismo está en la combinación del sueño y el delirio.

Ruy Sánchez ha querido volver a esta ciudad marroquí -Mogador es el nombre del antiguo puerto de Esauira, a dos horas y media de Marraquech- en busca de unos deseos que plasmar en su nueva novela, En los labios del agua. "Es una ciudad con una personalidad muy fuerte pero al mismo tiempo depurada. A diferencia de Marraquech, que es una ciudad densa en la que casi no puedes situar tus deseos, Mogador tiene unos laberintos que no son definitivos, el ámbito ideal para explorar los deseos de todos, los deseos amorosos, sin que te distraiga el entorno". La ciudad, que Ruy Sánchez descubrió por casualidad en los años setenta, se convierte en En los labios del agua en "una metáfora de una mujer que no posees aunque estés dentro, que no controlas aunque tengas el mapa".

La nueva obra de este autor de 53 años, ensayista, poeta, novelista y director de la revista Artes de México, es la tercera de una tetralogía -las dos anteriores son Los nombres del aire y Los jardines secretos de Mogador-, de la que ya prepara la cuarta. Todos sus libros contienen una dosis de ensayo -"me ensayo en cada una de las situaciones"-, muchas experiencias vitales -"me estoy experimentando al escribir una novela"-, una exploración de sensaciones y sentimientos de la gente, así como unas buenas dosis de poesía.

En los labios del agua, una exhaustiva exploración del mundo erótico a través de los sueños y el deseo, narra la búsqueda de un mexicano de ascendencia árabe de unos textos de un antiguo calígrafo. Cada capítulo del libro está dedicado al encuentro del protagonista con una mujer distinta. "He querido explorar esa dimensión del erotismo que es el delirio, que para mí es sustancial a la literatura erótica. La literatura erótica está en crisis porque se la ha hecho esclava de la imagen y del registro realista".

¿Dónde encuentra mejor la belleza del erotismo? "Está en la combinación de sueño y delirio. Yo percibo el cuerpo de la persona amada a través del delirio. El delirio es sustancial al erotismo", asegura con voz suave y tranquila.

Ruy Sánchez no se plantea la literatura como una carrera ni como medio de vida -tarda cinco o seis años en elaborar cada libro-, lo que le da absoluta libertad a la hora de encarar su obra. "Me quita la vanidad y la preocupación por el destino de los libros. Para mí, la literatura está vinculada a una experiencia de vida. He descubierto, por suerte, que hay otros mercados en esta industria que van en contra de la lógica de los negocios".

Lo que no va en contra de ninguna lógica es el deseo y la exploración que Ruy Sánchez hace de él. "Hay fenómenos del deseo que están explorados a través del psicoanálisis o de otras ciencias; lo que yo exploro en la literatura es el deseo como energía, como realidad invisible y poderosa. Para eso nos sirve la literatura, para penetrar en esas dimensiones que no han sido exploradas por la ciencia".