La nieve y el hielo persisten pese al moderado aumento de las temperaturas

El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat actualizó en la tarde de ayer la preemergencia por nevadas en toda la Comunidad Valenciana, al rebajar de los 400 a los 200 metros la cota de nieve. Todo ello a pesar de que a lo largo de la jornada se produjo un moderado ascenso de las temperaturas. De hecho, la situación de alerta establecida en los últimos días por la intensa ola de frío que ha afectado a toda España pasó ayer a ser de preemergencia. El frío no cesa, pero va remitiendo su intensidad en buena parte del territorio.

La actualización se produjo tras la última predicción del Centro Meteorológico al indicar que durante la pasada noche y en las primeras horas de la madrugada de hoy se preveían precipitaciones en forma de nieve en el norte de Alicante y el extremo sur de Valencia, principalmente en la comarca de la Marina Alta y en el nordeste de La Marina Baja.

Según ese parte, se espera que la cota de nieve sea de 400 metros, y que temporalmente durante la madrugada alcance los 200 metros, mientras que es posible que en algunos puntos por encima de esa cota se acumulen más de cinco centímetros de nieve.

Los principales perjudicados por esta ola de frío han sido los agricultores, que ayer seguían evaluando los daños que ascenderán a cifras millonarias. El consejero portavoz del Consell, Esteban González Pons, anunció ayer un plan de ayudas destinado a los agricultores que no cuenten con seguros para sus cosechas. También las explotaciones ganaderas han tenido problemas al complicarse el acceso a las mismas y encontrar dificultades para dar de beber al ganado por la congelación de las tuberías.

El frío ha afectado sobre todo a las hortalizas, y también a los frutales. Las heladas incluso han llegado a quemar las verduras cultivadas en invernaderos. Además, decenas de pueblos han quedado desabastecidos de agua al producirse congelaciones y roturas de tuberías.

Por otra parte, un incendio declarado sobre las 14.20 horas en Llombai (Valencia) y controlado a las 17.40 quemó 21 hectáreas de vegetación y cañar en la ribera del río Magro, según informaron fuentes del Centro de Emergencias. En las tareas de extinción participaron cuatro autobombas, un helicóptero, una bomba nodriza pesada, un sargento, un cabo, un agente medioambiental y una brigada rural.