Hamás arrasa en las elecciones municipales de la franja de Gaza
La Autoridad Nacional Palestina elogia los gestos de distensión del Gobierno israelí
"Terremoto político", así definen analistas palestinos la abrumadora victoria del grupo integrista Hamás en los comicios celebrados en 10 distritos de la franja de Gaza. Los integristas se han hecho con el poder en siete localidades, entre ellas Bet Janun y Deir Balaj -estratégicas por su situación geográfica y su densidad demográfica-, y suman 77 de las 118 concejalías en disputa. El gran perdedor, el movimiento oficialista Al Fatah, sólo consiguió 26.
El dirigente de Hamás, Mahmud el Zahar, afirmó que "se trata de una victoria del pueblo palestino, que ha dejado claro que exige reformas en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y que es primordial una lucha contra la corrupción de los dirigentes".
Los resultados de los comicios confirman que los integristas son, tras más de cuatro años de Intifada, la principal fuerza política y social en la franja de Gaza. En Al Fatah, enorme decepción. Se temían una victoria de Hamás, pero no tan abultada. Pese a ello, el partido que preside Mahmud Abbas (Abu Mazen) sigue siendo el más popular en Cisjordania, con lo que se mantiene como la principal fuerza del movimiento nacional palestino.
"Que Abu Mazen agradezca que no quisiéramos participar en las elecciones presidenciales del 9 de enero. Que diga gracias porque él sabe que si hubiéramos presentado un candidato ahora no sería presidente", decía con sarcasmo en la cadena Al Yazira un seguidor de Hamás.
La ANP ha elogiado mientras tanto la decisión de Israel de cesar las operaciones militares en Gaza, donde están desplegados agentes palestinos. La orden la dio ayer el ministro israelí de Defensa, Saúl Mofaz, que tiene previsto reunirse esta noche con el coronel Mohamed Dahlan, ex ministro palestino. Los dos dialogarán sobre la cooperación en materia de seguridad ante la retirada israelí de cinco ciudades cisjordanas, que pasarán a estar bajo el control de la ANP.
Mofaz también anunció una reducción de las operaciones en Cisjordania, que se limitarán a combatir a las milicias clandestinas palestinas. A partir de hoy, todas las incursiones y acciones del Ejército israelí en Cisjordania tendrán que recibir el permiso especial del jefe de las Fuerzas Armadas, Moshe Yaalon. Dahlan alabó las nuevas consignas israelíes calificándolas de "paso positivo para lograr una tregua".
Dentro del partido del Gobierno israelí, el Likud, se escucharon críticas a la decisión de Defensa. El diputado Ehud Yatom se quejó amargamente: "Es una medida tomada demasiado pronto, no se pueden hacer concesiones en la lucha contra el terror".
Pero las palabras de Yatom van en contra de los nuevos vientos de cooperación y diálogo. Una atmósfera a la que contribuye la decisión de los servicios secretos internos israelíes (Shin Beit) de reducir el número de detenciones de activistas palestinos. Según datos revelados ayer, se estima que el número de arrestos descenderá el 40%. Toda operación tendrá que recibir el permiso del jefe del organismo, Avi Dichter, o de su ayudante. Un alto cargo del Shin Beit explicaba ayer a EL PAÍS que "es una medida más para ayudar a Abu Mazen y calmar la situación".
Ayer, las fuerzas de seguridad palestinas completaron el despliegue en toda la franja de Gaza, con lo que las zonas autónomas de este territorio quedan bajo control exclusivo de los hombres de Abu Mazen.
Asimismo, ayer se especulaba en círculos políticos israelíes que el primer ministro, Ariel Sharon, ordenará la liberación de 900 presos palestinos. Respecto al esperado encuentro de éste con Abu Mazen, el primer ministro adjunto, Simón Peres, reveló ayer que "se producirá en cuestión de días y no de semanas". Peres se mostró satisfecho ante las gestiones de Abu Mazen diciendo que "en pocos días en el cargo ha conseguido cambiar positivamente el panorama de Oriente Próximo".
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