López Vázquez recibe el reconocimiento de la profesión

Me cuido como las actrices maravillosas, pero en señor bajito y diferente", así explica José Luis López Vázquez (Madrid, 1922) su vitalidad tras más de 60 años entre escenarios y cámaras. Hecho un pincel, con sombrero, chaqueta de cuadros, pañuelo en el bolsillo, chaleco y corbata, este veterano actor, que ostenta el récord de haber participado en más de 220 películas -llegó a rodar 11 en un año-, dice que el Goya que rinde homenaje a su carrera el domingo le llena de satisfacción porque "es un premio en activo", pues tiene una una obra de teatro (Tres hombres y un destino) y una película (Luna de Avellaneda) en cartel.

Recordado por muchos como el hombre de la cabina o la pareja cómica de Gracita Morales, López Vázquez actuó por primera vez en 1939 con el Teatro Universitario. "Empecé de una manera juvenil y espontánea, nada profesional. Hacíamos autos sacramentales, teatro clásico de Calderón, de Cervantes. Aprendí mucho con Modesto Higueras, un discípulo de la compañía de La Barraca". Asegura que en aquel entonces hubiera querido ser director: "Enseguida me di cuenta de que con mi exigencia y perfeccionismo no me iba a sentir a gusto dirigiendo, me iban a restringir. Como figurinista ya vi que no daban facilidades". La censura retrasó un proyecto en el que finalmente no pudo participar: "No haber podido trabajar con Saura en Elisa, vida mía es la única espina que tengo".

La politización de las últimas ceremonias de los Goya parece que le suena como algo un poco ajeno, igual que mucho de lo que hoy ocurre en el mundo del cine. "Nosotros nunca hemos dicho nada, nos lamentábamos entre nosotros, lo asumíamos y pasábamos por encima. Ahora nos hemos vuelto un poco levantiscos". Se muestra resignado y nostálgico ante los cambios de la profesión: "Se ha perdido en sosiego y descanso, aunque se ha ganado técnicamente. Ahora te sientas en muebles que no existen, todo es por ordenador. Antes había una jerarquía, un respeto, una distancia y unas formas". Dice López Vázquez que siempre se ha divertido mucho con las comedias, un género que domina. "Nunca me he sentido cercado. Encasillados estarán Woody Allen o los Hermanos Marx. Me gusta el humor, el repunte de lo grotesco; porque la vida es así, no es drama ni risa constante".