La misión para alargar la vida del 'Hubble', nuevamente en peligro
La muy esperada misión para alargar la vida del telescopio espacial Hubble puede estar en peligro, ya que no entra en los planes presupuestarios de la Casa Blanca para la NASA en 2006. Algunos funcionarios del Gobierno y del Congreso de Estados Unidos, que han pedido no ser identificados porque el presupuesto no ha sido mandado todavía oficialmente, han señalado que la NASA será una de las pocas instituciones para las que se prevé un aumento del presupuesto. Sin embargo, la misión de auxilio al emblemático telescopio espacial, cuyo coste se estima en al menos 1.000 millones de dólares (766 millones de euros) no formará parte de éste.
El observatorio podría morir en órbita en 2007 o 2008 si no se reemplazan los deteriorados baterías y giróscopos, han dicho repetidamente los expertos. Desde su lanzamiento en 1990, el Hubble ha recibido visitas de astronautas para su reparación y el cambio de instrumentos en cuatro ocasiones. Ahora, sin embargo, la prioridad la tiene la puesta en marcha del programa de exploración de la Luna y Marte propuesto por el presidente Bush, y a ello se debe el incremento del presupuesto en 2005 y 2006.
El plan para eliminar la misión del Hubble fue citado por primera vez el pasado viernes en la revista Space News y su web asociada Space.com. Los rumores habían llegado ya al Congreso, donde algunos representantes han señalado que los comités correspondientes se enfrentarán probablemente a esta decisión durante el trámite parlamentario del presupuesto. La senadora Barbara A. Mikulsi, que ha apoyado la reparación del Hubble, emitió un comunicado en el que señala: "Lideré la lucha por aumentar en 300 millones de dólares el presupuesto de la NASA el año pasado para una misión de servicio al Hubble y pienso hacerlo de nuevo este año".
La suerte del telescopio espacial, que no tiene todavía sucesor, empezó a ser objeto de polémica hace un año cuando el director de la NASA, Sean O?Keefe, anunció que había decidido no permitir la misión prevista. O?Keefe, que dejará el puesto en los próximos meses sin que se haya nombrado todavía su sucesor, dijo que tenía reparos sobre la seguridad de los astronautas que debían llegar al telescopio a bordo de un transbordador. Los transbordadores estadounidenses no vuelan desde el accidente del Columbia hace casi dos años. La reanudación de los vuelos está prevista para el próximo mes de mayo.
El anuncio de O?Keefe provocó una inesperada reacción científica, popular y política de apoyo al telescopio y la NASA empezó a preparar una posible misión robótica mientras se mantenía abierta la opción del transbordador. Un comité de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU concluyó recientemente que la misión robótica encontraría demasiadas dificultades y proponía la vuelta de los astronautas. Ahora parece que en el próximo presupuesto la Casa Blanca sólo presentará una propuesta de fondos para un vehículo motorizado que se adose al gran telescopio y pueda dirigirlo para que caiga en la Tierra de forma controlada.
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