La batalla del comercio dominical

El mes más corto del año va a dar paso al calendario más largo para los trabajadores del sector del comercio. El decreto que regule la apertura de comercios en domingos y festivos será una realidad, salvo sorpresa, a lo largo de febrero, una vez recibido el informe jurídico preceptivo, que el Departamento de Industria y Comercio espera tener antes del día 10.

El futuro decreto fijará un máximo de ocho posibles aperturas sobre 66 máximas que permite la legislación estatal. El viceconsejero de Comercio, Rodrigo García cree que al final el sector apostará por un acuerdo mayoritario que deje en cuatro o cinco los domingos o festivos que realmente se abra al público.

El decreto ha levantado a los sindicatos en su contra y los responsables del departamento tienen muy presente la imagen de miles de trabajadores manifestándose por Bilbao el pasado día 16. ELA y LAB, juntos en esta ocación con UGT y CC OO, congregaron una multitud en contra de una regulación que hasta ahora no existía. A día de hoy lo que sigue estando vigente son los convenios sectoriales o de empresa, que conjuran cualquier apertura dominical. Pero si algún comerciante pequeño, como los de los bazares, querían abrir en domingo o festivo no había ningún impedimento. Ahora el sector es consciente de que, en caso de no lanzar una regulación autonómica, se dejaría la puerta abierta a una apertura sin apenas rerstricciones. Las grandes cadenas de distribución y centros comerciales mantienen la tesis de que habría que abrir los comercios al menos los primeros domingos de cada mes, justo después del cobro de la nómina.

Acuerdo de mínimos

El Ejecutivo sigue apostando por un acuerdo del sector que se geste a partir de la intermediación que las Cámaras de Comercio han dicho que quieren ejercer. Si ahora son las Federaciones de Comercio las que están empujando un acuerdo para el sector, y a ese proceso se suman las Cámaras, es posible que de esos ocho días de máximo se pase a cinco, al menos inicialmente

Los sindicatos creen, sin embargo, que a va a ser muy difícil acordar algo que vincule a todo el sector ya que, en cualquier caso, la regulación no puede poner fecha a las aperturas. "Podría darse el caso de que una gran cadena de distribución con diez centros en Euskadi decidiera que cada uno abriera en días diferentes, con lo cual todos los domingos y festivos habría en la práctica centros abiertos, aunque en zonas diferentes", critica Unai Martín, secretario general de la Dederación de Servicios de ELA. En las capitales vascas sería factible encontrar hipermercados, cadenas de electrodomésticos o informática, o bien de muebles, abiertos casi todos los domingos. El Gobierno vasco considera, sin embargo, que es muy poco probable que las cadenas adopten ese tipo de decisiones.

La regulación, en cualquier caso, ya ha puesto sobre la mesa una cierta conflictividad y va a continuar enfrentando a patronal y sindicatos. El futuro decreto abre a los primeros e una puerta que las centrales van a querer mantener cerrada en las negociaciones de los convenios sectoriales y de empresa. Quienes más fácil lo van a tener son las cadenas de nueva implantación en Euskadi, que partirán con ese marco abierto y operativo. El resto se irán incorporando poco a poco al comprobar que, como ya se ha demostrado en otros países, es un buen negocio abrir en domingo.