Los afectados de Ardystil reciben de la Generalitat 13 años después sólo la mitad de las indemnizaciones

Dos años después del juicio a 10 empresarios y a un inspector de Trabajo por el caso Ardystil, síndrome laboral que costó la vida a seis operarios de fábricas de aerografía textil de L'Alcoià-Comtat en los noventa y causó cerca de un centenar de afectados,los damnificados y familiares de las víctimas mortales recibieron ayer los cheques para el cobro de las indemnizaciones.

Los damnificados, 26 operarios de la fábrica Ardystil, ubicada en Cocentaina, de los que fallecieron cinco, expresaron su indignación al conocer que la Generalitat, que asume la responsabilidad civil del inspector condenado por no detectar las irregularidades en la empresa, sólo abonó la mitad de lo establecido. Susana Javaloyes, una de las operarias más gravemente afectadas por la afección, con un trasplante bipulmonar y múltiples dolencias derivadas, calificó de "injusta" la medida judicial. "Contenta no puedo estar", señaló tras recibir el cheque expedido por la Audiencia de Alicante que le permitirá recibir 229.000 euros. Susana, a quien por sentencia le corresponden un total de 420.000 euros en concepto de indemnización, fue tajante: "Han pasado 13 años y yo no perdono ni un céntimo". Fuentes judiciales explicaron que el cobro total está a expensas de la ratificación de la sentencia por parte del Tribunal Supremo. El fallo dictado en primera instancia fue recurrido por las partes.

La Audiencia de Alicante condenó por estos hechos a siete de los 10 empresarios imputados y a un inspector de Trabajo. Además, la sala declaró responsable civil subsidiaria a la Generalitat para asegurar así que los afectados percibieran 4,1 millones. No obstante, sólo serán indemnizados los operarios que trabajaron en la factoría Ardystil, única empresa que visitó el inspector condenado. La presidenta del colectivo de afectados, Amparo Pascual, declaró que era un día "tristísimo". "Hay gente que está sufriendo muchísimo", dijo, y agregó: "Esto es una maniobra para callarnos la boca".

A partir de las once de la mañana, los afectados llegaron de manera escalonada a la Audiencia de Alicante para recibir el cheque, que podrán hacer efectivo en la entidad bancaria Banesto. La madre de las jóvenes Yovana y Soraya González, visiblemente conmocionada, indicó: "No vamos a consentir esto. Voy a luchar por mis hijas, que se dejaron la salud trabajando".