Los expertos proponen que los conciertos con las escuelas sean a la carta

El comité de expertos que está elaborando el pacto nacional por la educación -el documento que será la base de la futura ley catalana de educación- presentó ayer sus propuestas. Y no son pocas. Sobre la red de escuelas concertadas, los expertos abogan por que estos centros reciban módulos económicos diferenciados o a la carta, en función de los objetivos y el compromiso que la escuela adquiera con la Administración a partir de un contrato programa plurianual.

Asimismo apuestan por la creación de un único "servicio público de educación" que acoja a los centros concertados y públicos, y por que estos últimos ganen una hora extra de clase de repaso a mediodía. Entre otras cuestiones, el servicio velaría también por la gratuidad efectiva en los centros a través de una evaluación del uso de los fondos públicos.

Los expertos subrayan la necesidad de garantizar la equidad del sistema educativo y recuerdan que "el concierto no es un derecho del centro privado, sino un instrumento de la Administración" para poder garantizar la escolarización de todos.

La consejera Marta Cid, que advirtió ayer de que los conciertos serán "replanteables" en los centros que no cumplan los requisitos exigidos, subrayó que las propuestas del pacto "son el punto de partida para hacer una transformación estructural de fondo" en el sistema educativo. La reorganización de la relación de la escuela concertada con la Administración no es un asunto menor, ya que el 40% del alumnado está escolarizado en ella.

El documento base del pacto consta de cinco apartados: profesorado, autonomía de los centros, igualdad de oportunidades y libertad de enseñanza, familia y educación, y corresponsabilidad de los ayuntamientos.Uno de los temas de debate del pacto nacional para la educación es la conciliación entre la vida escolar de los alumnos y la laboral de sus padres. Este grupo de trabajo, dirigido por Josep M. Torres, fundador y ex presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC), propone cambiar el calendario escolar, de forma que el inicio de curso se adelante una semana y pase del 15 al 7 de septiembre. Los expertos consideran que esta semana de vacaciones que se resta a los estudiantes debería recuperarse en febrero o marzo. Los centros suspenderían las clases durante ese tiempo y programarían actividades lúdicas.

Otra de las novedades que proponen es que, al margen del calendario lectivo estipulado, las escuelas permanezcan abiertas del 1 de septiembre al 31 de junio. "La idea de fondo es contribuir a que el calendario familiar y el de la escuela sean compatibles", explicó ayer Torres, quien cree que el actual periodo vacacional de los alumnos "es excesivamente largo". Torres subrayó que hay que buscar financiación para garantizar que estos nuevos servicios de la escuela "sean realmente equitativos y estén al alcance de todas las familias".

En cuanto al profesorado, los expertos consideran que el actual sistema de selección "no es el más adecuado" y señalan que en su formación debe pesar más el ámbito de las prácticas que los conocimientos teóricos. También consideran que los profesores deberían tener más horas para dedicarse a la formación y subrayan la necesidad de fomentar la promoción profesional a través de una "nueva carrera docente".

El documento base del pacto nacional para la educación fue presentado ayer oficialmente por la consejera y los cinco expertos ante más de un centenar de miembros de la comunidad educativa. El Departamento de Educación someterá el texto a debate y después lo presentará ante el Consejo Escolar de Cataluña para que se pronuncie y, si lo cree conveniente, lo apruebe.

Para promover la participación de los ciudadanos en este proceso, la Generalitat ha puesto en marcha un portal electrónico.El Consejo Escolar se encargará de canalizar también la discusión en los consejos territoriales, locales y de centro.