Jarro de agua fría para el Gobierno y la oposición
Cuando ya el Gobierno, el PP, IU, CiU, científicos y asociaciones de gays y lesbianas habían aplaudido durante todo el día de ayer el cambio de postura de la Conferencia Episcopal acerca del uso del preservativo para prevenir el sida, un jarro de agua fría cayó sobre todos ellos: la Iglesia española daba marcha atrás a última hora de la tarde y se desdecía sobre lo anunciado el día anterior.
"Ha vuelto la cerrazón", señaló la portavoz socialista para los temas de Sanidad en el Congreso de Diputados, Isabel Pozuelo. "Parece que [la Conferencia Episcopal Española] ha recibido instrucciones para que se desdiga de lo que era el sentido común".
El teólogo Enrique Miret Magdalena, miembro de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, señaló que aunque siempre ha visto difícil el cambio de postura de la Conferencia Episcopal sobre este asunto, ("pues su tendencia es no dar ningún paso adelante"), si lo hace, como en este caso, "en cuanto Roma dice lo mínimo, ya se echa para atrás".
Y añadió que "es de lamentar" este cambio de posición, porque "demuestra que de ninguna manera la Iglesia católica se quiere acoplar a la realidad". Lo mismo opinó la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, Beatriz Gimeno, que dijo que "es un ataque a la lucidez".
La presidenta de Médicos del Mundo, Teresa González, destacó que el último mensaje de la Conferencia Episcopal sobre "que el uso del preservativo es contrario a la moral, es menos confuso que decir que el preservativo no es eficiente para prevenir el sida". "Ahora se queda en el terreno de la moral, lo que permite que cada uno piense lo que quiera", señaló.
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