_
_
_
_
Reportaje:

El honor del comodoro White

El jefe de las tropas británicas en Gibraltar, investigado por usar pornografía infantil, fallece en extrañas circunstancias

Cecilia Jan

Una ceremonia discreta, con apenas medio centenar de asistentes, puso fin el viernes a la larga carrera del comodoro David White. Lejos de los honores militares que deberían despedir al comandante de las fuerzas británicas en Gibraltar, el féretro con el cuerpo de White fue embarcado en un pequeño navío de la Marina y, tras un corto recorrido, trasladado en un coche fúnebre al aeropuerto, con un cortejo de dos vehículos. Una ceremonia de despedida para una semana de especulaciones, entre las que toma fuerza la del suicidio para no afrontar las consecuencias de una investigación por adquirir pornografía infantil.

El sábado 8, el asistente del comandante lo halló muerto en el fondo de la piscina de su lujosa residencia oficial, completamente vestido, de civil. Un día antes, White, de 50 años, había recibido la orden del Ministerio de Defensa británico de que regresara a Reino Unido para esperar el resultado de la investigación por pornografía. El informe preliminar de la autopsia, realizada por un forense enviado desde Reino Unido, determina que White murió ahogado. Según la policía gibraltareña, no hay indicios de violencia ni se busca a terceras personas por estos hechos, aunque el fallecimiento "obviamente no fue natural".

Se sospecha que White se arrojó a su piscina tras ingerir un cóctel de alcohol y fármacos

Primera hipótesis

Para conocer las circunstancias exactas de la muerte, habrá que esperar a que finalice la investigación que lleva a cabo el coroner o forense. Pero la prensa británica ya ha lanzado una primera hipótesis: que White se arrojó a la piscina tras tomar un cóctel de alcohol y medicamentos. El diario sensacionalista The Sun llega más lejos, al asegurar que, tras tomar varios whiskys, se tiró al agua desde el segundo piso de su mansión y se golpeó la cabeza con el fondo de la piscina. Sin embargo, el portavoz de la policía gibraltareña, el inspector jefe Edward Yome, califica esta teoría de "especulación", y afirma que el comandante no presentaba ninguna herida. Sí parece verosímil que White, al frente de un destacamento de 550 militares, hubiera ingerido alcohol y fármacos, aunque los análisis toxicológicos aún tardarán un par de semanas en estar ultimados.

Sea un suicidio o un accidente, la muerte de White ha causado sorpresa entre la población de la colonia británica, de 30.000 habitantes. Pero no tanta como la revelación posterior de que el más alto cargo militar en el Peñón -por detrás del gobernador, cuyo cargo es honorífico-, estaba siendo investigado en el marco de la Operación Ore, como otros 7.000 británicos sospechosos de haber utilizado su tarjeta de crédito para pagar descargas de pornografía infantil en Internet.

El comodoro White había tomado posesión como comandante de las tropas en Gibraltar el pasado 7 de mayo, después de 31 años en la Marina británica. Durante su larga carrera, participó en operaciones durante el conflicto de las Malvinas a bordo de un submarino, sirvió en el yate real Britannia, y más recientemente, estuvo al mando del II Escuadrón de Submarinos durante las campañas de Afganistán e Irak. Debido a su rango, White asistió a numerosos actos oficiales en la colonia, como la recepción a la princesa Ana de Inglaterra en junio pasado, con motivo del tercer centenario de la ocupación británica de la Roca.

Sin embargo, poco se conocía de su faceta privada. Nacido en Londres en 1954 y educado en el exclusivo colegio Eton, White vivía solo en su residencia oficial, la mansión llamada Mount Barbary, en honor a los famosos macacos -barbary o de berbería- que pueblan el Peñón. Contaba con varias personas a su servicio, pero se iban al acabar su jornada.

El editor del diario local The Gibraltar Chronicle, Francisco Oliva, explica que White era conocido entre la población por su cargo, aunque se sabía poco de él, al llevar sólo ocho meses en la colonia. El militar, según relató él mismo en una conferencia en el Club Rotario, era un apasionado del Tíbet y había hecho trekking por el Himalaya. Incluso había escrito un libro, Himalayan Tragedy, subtitulado La historia de los Pachen Lamas del Tíbet. Publicado por la Sociedad Tibetana en Reino Unido en 2002, relata la historia del Tíbet desde la Edad Media hasta la actualidad. Los beneficios obtenidos de la edición en tapa dura se destinaron a un proyecto para construir una escuela en el Tibet.

La casa donde vivía White, una de las más grandes de la colonia y con unas impresionantes vistas a la Bahía de Algeciras, sigue acordonada por la policía. Uno de sus vecinos era el ex alcalde de Gibraltar y juez John Alcántara, que coincidió con él en recepciones oficiales hasta que dejó su cargo en agosto. Alcántara asegura que era un hombre "simpatiquísimo y sociable". Sin embargo, reconoce que sabía muy poco de su vecino, y mucho menos, de su presunta afición por la pornografía infantil. "Si no se llega a suicidar, ni nos hubiéramos enterado, porque lo habrían juzgado por lo militar, y no habría trascendido", opina.

De confirmarse la hipótesis del suicidio, el comodoro White se añadiría a los otros 32 sospechosos dentro de la Operación Ore que se han quitado la vida. Fuentes de la policía metropolitana confirmaron a The Times que el militar estaba siendo investigado en el marco de esta operación, que se inició en Tejas (Estados Unidos) en 2002, con la desarticulación del portal pornográfico Landslide, que explotaba el consultor informático Thomas Reedy, condenado a 1.335 años de cárcel.

Las tarjetas de crédito utilizadas para pagar la suscripción llevaron a las autoridades estadounidenses a elaborar una lista con unas 250.000 personas de 60 países, entre ellos 7.000 británicos, de los que más de 1.400 han sido condenados. Por 21 libras (30 euros), obtenían acceso a cientos de páginas de Internet con imágenes pornográficas de menores. Entre los clientes, figuran jueces, policías o profesores. El más conocidos es el guitarrista del grupo The Who, Pete Townshend, que reconoció haber pagado para investigar acerca de la pederastia para su autobiografía, pues cree haber sido víctima de abusos de niño. Aunque fue absuelto del cargo de posesión de pornografía infantil, ha sido incluido en un registro policial de delincuentes sexuales.

La investigación contra el comandante de las fuerzas británicas en Gibraltar llevaba meses en marcha. The Sun asegura que fue arrestado antes de Navidad, dato no confirmado por la policía del Ministerio de Defensa, que sólo reconoce que White estaba bajo investigación. Su segundo, el coronel Tom Camp, comandante en funciones, leyó un comunicado el lunes, según el cual las fuerzas británicas en Gibraltar permanecían "en estado de choque" ante la muerte de White, que "se había vuelto muy popular entre el personal en relativamente poco tiempo".

Sin embargo, el escándalo en torno a la pornografía, el malestar generado entre los militares, y el propio deseo de la familia han impedido una ceremonia con todos los honores. El comandante White se marchó por la puerta trasera.

El féretro con el cadáver de David White, cubierto con la bandera británica, es transportado por un barco de la Marina en el puerto de Gibraltar.
El féretro con el cadáver de David White, cubierto con la bandera británica, es transportado por un barco de la Marina en el puerto de Gibraltar.JULIÁN ROJAS
David White, el pasado junio,  durante una recepción oficial.
David White, el pasado junio, durante una recepción oficial.JULIÁN ROJAS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Cecilia Jan
Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_