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Reportaje:REPORTAJE

El viaje de la ayuda humanitaria

Patricia Ortega Dolz

Las 100 líneas telefónicas habilitadas por Cruz Roja Española para recoger donativos para paliar el desastre provocado por el maremoto en el sureste asiático alcanzaban sus máximos niveles de ocupación el pasado viernes. Decenas de voluntarios atendían los teléfonos en la central de Cruz Roja Española en Madrid. Uno a uno rellenaban impresos con los datos de cada donante: 35 euros, 40 euros, 20 euros..., hasta alcanzar ya la redonda cifra de 10 millones de euros. Las hojas amarillas, repletas de datos bancarios y de nombres tan propios como anónimos, se acumulaban en cajas para ser registradas más adelante en los ordenadores. "Tardamos menos recogiendo los datos a mano que con el programa de ordenador, y ahora no podemos perder ni un minuto. Así que ya los iremos informatizando después", dice el coordinador general, Antoni Bruel.

La mayor parte de las ONG no se limitan a emergencias, sino que algunas son especialistas en reconstrucción y ayuda al desarrollo
"Ha habido una cobertura fantástica de los medios de comunicación. La gente nos ha podido ver trabajar. Ésa es la prueba de que el dinero llega", dice Longue

Como Cruz Roja, muchas ONG se han puesto manos a la obra ante la magnitud de la catástrofe. Todas han informado, mediante campañas publicitarias, sobre líneas telefónicas y cuentas bancarias para donar euros. Y la constante pregunta que se hace el donante es: ¿viajará mi dinero a su destino?

La decisión de Médicos Sin Fronteras de cerrar sus cuentas por considerar que la ayuda recibida era ya suficiente para las acciones que se proponía desarrollar sobre el terreno acrecentó las dudas sobre la gestión económica de las ONG, además de crear cierta discrepancia con organizaciones como Acción Contra el Hambre-Francia. Dos cuestiones quedaban abiertas a partir de ese momento: ¿cómo se gestiona la ayuda que reciben las ONG de la población civil?, ¿dónde termina la labor de las ONG y dónde comienza la de los Estados y la de los organismos internacionales?

"La respuesta solidaria y abrumadora de la sociedad nos ha permitido, con los recursos que ya tenemos, desplegar una operación masiva", explica Rafael Vilasanjuán, director general de Médicos Sin Fronteras. "Los donativos [40 millones de euros, de los que dos han sido recaudados en España] nos permiten financiar nuestras actividades en esta fase de emergencia. Pero no podemos aprovechar la emoción de la urgencia que suscitan las imágenes de esta catástrofe para recaudar más fondos cuando ya tenemos garantizados los necesarios. Por ello, hemos optado por ser transparentes y decirlo públicamente".

Tras este comunicado, cabe pensar: ¿para qué siguen recaudando entonces el resto de las organizaciones? Es un planteamiento lógico si se desconoce el funcionamiento interno de las ONG. Porque, salvo Médicos Sin Fronteras, la mayoría de las ONG son más generalistas; es decir, no se dedican exclusivamente a la emergencia, sino que distinguen otras dos fases en su actuación: rehabilitación-reconstrucción y desarrollo.

"El caso de Médicos Sin Fronteras es muy característico de esta organización especializada en emergencia", comenta David Álvarez, presidente de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España (CONGDE), que aglutina a más de 400 dedicadas a la cooperación internacional. "El hecho de que ellos hayan decidido, de manera muy coherente con su planteamiento, no seguir recogiendo ayuda no quiere decir que el resto esté recogiendo ayuda sin ton ni son. La mayor parte de las ONG no se limitan a emergencia, sino que algunas son especialistas en reconstrucción y ayuda al desarrollo. Es decir, trabajan más a largo plazo", explica. Y agrega: "Así que la ayuda sigue siendo necesaria y lo va a seguir siendo, pero los donantes deben estudiar bien dónde donan y cerciorarse de que es una ONG con una actividad contrastada y con experiencia sobre el terreno", advierte.

Desde la coordinadora no se oculta que hay organizaciones que se dedican a recoger fondos sin tener las infraestructuras suficientes para canalizarlos, bien por inexperiencia en el país, bien porque carecen de la estructura mínima para hacerlo llegar. Éste ha sido el caso de Intervida, que los fondos recaudados para Asia tuvo que dárselos a Médicos del Mundo porque no podía gestionarlos al no tener capacidad operativa ni infraestructuras.

Pero aunque se reconoce que no se puede poner la mano en el fuego por todas y cada una de las organizaciones, también señalan que aplicar la "duda metódica cartesiana" tampoco sería justo. Todas las ONG de la coordinadora asumen un código deontológico y ético de transparencia. Además, todas se autoauditan y todos los años presentan sus memorias.

Ver trabajar

Pero no todas las ONG funcionan igual a la hora de gestionar las donaciones. La mayoría va gastando el dinero en función de las necesidades. Para evitar malversaciones, unas, como Cruz Roja, abren cuentas mancomunadas; otras, como Intermón-Oxfam España (que ya lleva recaudados 4,5 millones de euros) o Ayuda en Acción (que ha reunido 690.000 euros), tienen un sistema de rendición de cuentas internas entre sus distintas delegaciones, y con vistas a los donantes y a la contraparte que trabaja en el terreno.

Otras, como Médicos del Mundo o Acción Contra el Hambre (lleva recaudado más de un millón de euros), insisten en que la mejor garantía de que el dinero llega es ver los informativos. "Ha habido una cobertura fantástica de los medios de comunicación. La gente nos ha visto trabajar. Ésa es la prueba de que el dinero llega", dice Oliver Longue, presidente de Acción Contra el Hambre en España.

"Las ONG están superauditadas", dice Teresa González. "Hay auditorías externas e internas, editamos un boletín anual con todas nuestras cuentas, la Fundación Lealtad se encarga de ver el grado de transparencia de nuestras cuentas..., y luego está nuestra historia y nuestra trayectoria", agrega la presidenta de Médicos del Mundo.

Es cierto que todas las ONG están sometidas a auditorias externas e internas y todas publican sus memorias anuales, pero lo cierto es que, en lo que a la gestión de fondos privados se refiere -los fondos públicos se justifican céntimo a céntimo-, lo único que se puede comprobar es que se gasta todo lo que se recauda. El cómo se gasta, ya es otro tema. Es decir, se puede ver si hay dinero que desaparece sin utilizar, pero no se puede saber si se gastó más o menos en hoteles o restaurantes, por ejemplo. En última instancia, todo se reduce a una cuestión de confianza.

Por eso, desde la CONGDE se insiste en que no se colabore sólo en casos de necesidad extrema y una vez afectados por las dramáticas imágenes de las catástrofes que recogen las televisiones, sino que se haga durante todo el tiempo, de manera que se pueda seguir el funcionamiento interno de una ONG concreta. No obstante, no son pocas las ONG que después rinden cuentas a sus donantes y les hacen llegar breves notificaciones en las que explican en qué fue invertido su dinero. De nuevo, uno se lo puede creer o no.

Voluntarios de la Cruz Roja ayudan a los heridos por el maremoto del 26 de diciembre.
Voluntarios de la Cruz Roja ayudan a los heridos por el maremoto del 26 de diciembre.

Las distintas maneras de ayudar

ACTUALMENTE HAY CERCA de veinte ONG de ayuda al desarrollo y con delegación en España trabajando en el sureste asiático. Unas, como Save The Children, Médicos del Mundo o Intermón-Oxfam, apuestan por apoyar las iniciativas y los proyectos puestos en marcha por organizaciones locales. "Nosotros hemos continuado con una escuela convertida en centro sanitario de emergencia en la provincia srilankesa de Trincomalee a petición de la población local, mientras ellos rehabilitaban la biblioteca y la convertían en centro de asistencia", cuenta la presidenta de Médicos del Mundo, Teresa González, recién llegada a Madrid después de casi quince días en Sri Lanka y que asegura que lo recaudado hasta ahora en España asciende a unos 600.000 euros.

Otras, como la Cruz Roja, despliegan todo un operativo, que abarca desde la ayuda de emergencia hasta la reconstrucción productiva y social de la zona captando voluntarios locales y abriendo nuevas sedes, y pasando por la elaboración de censos de población y por labores de saneamiento y rehabilitación de los espacios afectados por la catástrofe.

"Un desastre es una quiebra en el proceso global de desarrollo de un país y, en consecuencia, la respuesta debe ser integral e integrada", dice el coordinador general Antoni Bruel, que asegura que por parte de la Cruz Roja, que ya ha invertido un millón de euros para paliar este desastre, se utiliza inicialmente un fondo propio de emergencia y posteriormente se va asignando el dinero recogido en las cuentas a los proyectos que van definiendo los delegados sobre el terreno.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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