Zapatero y Rajoy acuerdan negociar las reformas constitucionales y estatutarias

Un acuerdo para buscar acuerdos. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aceptó ayer la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, de crear una comisión entre socialistas y populares para intentar llegar a acuerdos sobre las reformas de la Constitución y de los estatutos de autonomía. En caso de llegar a un consenso, Rajoy se comprometió a garantizar la estabilidad parlamentaria del Gobierno en caso de que el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con el PP la pusiera en peligro. Rajoy expresó su satisfacción por el resultado de la entrevista mantenida ayer con Zapatero en el palacio de la Moncloa.

"Hoy se recupera el espíritu de 1978, que es el de contar con los grandes partidos nacionales para el diseño de la arquitectura institucional de este país. Yo estoy muy satisfecho. Es una buena noticia para España", señaló Rajoy en conferencia de prensa tras casi tres horas de reunión con Zapatero en La Moncloa, 24 horas después de la que mantuvo el jefe del Gobierno con el lehendakari, Juan José Ibarretxe. La comisión, según explicó el jefe de la oposición, tiene por objeto "acordar reformas, garantizar la soberanía nacional y definir juntos la arquitectura institucional de este país para dar un horizonte de tranquilidad a los ciudadanos".

El dirigente del PP reconoció que puede haber diferencias dentro de la comisión, pero se mostró esperanzado respecto a sus resultados: "El presidente me ha dicho que tiene la más firme voluntad de llegar a acuerdos sobre estos dos asuntos: Constitución y estatutos. Me ha pedido incluir en las discusiones la financiación autonómica, con lo que estoy de acuerdo". Y añadió: "Ante el desafío que supone el plan Ibarretxe es el momento de que los dos grandes partidos nacionales tiremos del mismo carro para decir a los españoles que tengan tranquilidad, porque esta batalla la vamos a ganar".

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega se congratuló por el resultado de la reunión. La número dos del Gobierno recordó que para los cambios planteados en la Constitución es "imprescindible" el apoyo del PP, mientras que en el caso de las reformas de los estatutos, el respaldo del principal grupo de la oposición es "absolutamente conveniente".