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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una resolución para el nuevo año

Es el momento de tomar las resoluciones de Año Nuevo, y las de éste son obvias. Cuando se inició el milenio, los líderes mundiales prometieron buscar la paz, el fin de la pobreza y un medio ambiente más limpio. Desde entonces, el mundo ha contemplado innumerables actos de violencia, terrorismo, hambre y degradación medioambiental. En 2005 podemos empezar a cambiar de rumbo. El problema no es que carezcamos de soluciones, sino que no cooperamos mundialmente para poner esas soluciones en práctica.

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, me ha honrado al nombrarme asesor especial para los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, y pedirme que dirija un grupo de académicos y expertos en desarrollo para determinar cuáles son las medidas prácticas para alcanzar los objetivos en la fecha límite de 2015. Esta iniciativa, conocida como el Proyecto Milenio de Naciones Unidas, concluirá con un informe que remitirá al secretario general Annan el próximo 17 de enero.

"EE UU gasta unos 450.000 millones de dólares en su Ejército, pero menos de 15.000 millones para ayudar a los países más pobres"

Nuestro estudio, Investing in Development: A Practical Plan to Achieve the Millenium Development Goals (Invertir en desarrollo: plan práctico para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio), estará disponible en todo el mundo de manera gratuita en www.unmilleniumproject.org.

Lo que hemos aprendido es fácil de resumir. Para todos los grandes problemas -hambre, analfabetismo, desnutrición, malaria, sida, sequía, etcétera- hay soluciones prácticas, demostradas y asequibles. Estas inversiones, a su vez, fortalecerían el sector privado y el crecimiento económico. Pero exigen una alianza mundial entre los países ricos y pobres del mundo. Estados Unidos gasta en la actualidad unos 450.000 millones de dólares en su Ejército, pero menos de 15.000 millones para ayudar a los países más pobres del mundo a luchar contra las enfermedades, a educar a sus niños y a proteger el medio ambiente.

Esto es un error, porque los métodos militares no pueden por sí solos convertir a Estados Unidos en un lugar seguro. Alemania, Japón y otros países ricos hacen también mucho menos de lo que deberían, y mucho menos de lo que prometieron a los países pobres. En 2002, todos los países donantes se comprometieron a "hacer esfuerzos concretos" para emplear el 0,7% de la renta nacional en ayuda al desarrollo de países pobres. Alemania, Japón y Estados Unidos, entre otros, se mantienen por debajo de este compromiso.

El año 2005 ofrecerá muchas oportunidades para que los ciudadanos de todo el mundo insistan en que sus dirigentes cumplan sus promesas para el milenio. Después de que nuestro informe se publique este mes de enero, el secretario general Kofi Annan emitirá en primavera un informe al mundo determinando qué medidas prácticas deberán tomarse este año. Aproximadamente por la misma época, una importante comisión sobre África remitirá un informe al primer ministro británico, Tony Blair. Después, en julio, Londres albergará la cumbre anual del G-8. En septiembre, los líderes mundiales se reunirán en Naciones Unidas para decidir qué acciones tomarán en la próxima década.

A menudo, las naciones ricas y poderosas declaran su liderazgo en el mundo. Estados Unidos afirma que ayuda al mundo a luchar contra la pobreza y, sin embargo, se gasta el dinero en armas. Alemania y Japón afirman que quieren un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero ninguno ha cumplido sus promesas de ayudar a los más pobres del mundo. Los países más pobres se preguntarán por qué iban a votar a favor de que Alemania y Japón sean miembros permanentes del Consejo de Seguridad si no son capaces de cumplir sus promesas.

Nada sería más sabio para los países ricos que cumplir las promesas hechas a los pueblos del mundo pobres, hambrientos y plagados de enfermedades. Ahí radica la senda hacia una paz sostenida. El 2005 es el año en el que las palabras pueden hacerse realidad, y en el que el mundo puede empezar a cumplir sus esperanzas para el nuevo milenio. Hagamos que nuestros líderes tomen conciencia de que aspiramos a compartir la paz y la prosperidad. Comprometámonos a que los ricos y los poderosos tomen medidas reales para ayudar a los pobres, los débiles y los que sufren.

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