La Intervención General certifica que el presupuesto de Sanidad es insuficiente

El presupuesto de la Consejería de Sanidad para 2003 ascendía a 3.272 millones de euros. El informe de la Sindicatura de Comptes relativo a ese ejercicio revela que Sanidad dejó de hacer frente a obligaciones de pago que ascendían a 1.112 millones de euros. Cuando los técnicos de la Sindicatura reclamaron a la Intervención General que aclarara el desfase, José María del Polo, viceinterventor general, remitió un escrito de alegaciones para eludir su responsabilidad y explicar que los interventores sólo pueden supervisar las facturas que les muestran los gestores del gasto, nunca las que les ocultan. Cristina Moreno, portavoz de Hacienda del PSPV en las Cortes Valencianas, distribuyó el documento firmado por el viceinterventor que certifica "la insuficiencia de los créditos presupuestarios para atender las necesidades reales de la Consejería de Sanidad" como auténtica "raíz del problema".

El escrito certifica, una vez más, el desfase en la financiación de la Sanidad que supone el 60% del déficit presupuestario de 971 millones atribuido a la Generalitat Valenciana en 2003 en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera que preside el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes.

La Consejería de Sanidad, efectivamente, nunca pudo presentar al interventor unas facturas cuyo pago excede el crédito disponible porque las normas presupuestarias no prevén esa eventualidad. Sin embargo, no tuvo ningún empacho en entregarlas a la Sindicatura.

El desfase de 1.112 millones de euros resulta de "deslizar" gastos inasumibles de un ejercicio al siguiente, explica un técnico. "Hay que optar entre trasladar los gastos al futuro o cortar la luz a los quirófanos", añade. La misma fuente asegura que el presupuesto de Sanidad para 2005 es 500 millones de euros inferior al gasto real acumulado en 2004.

Un portavoz económico del PP admitía en privado que el plan de estabilidad acordado con el Gobierno socialista para enjugar el déficit "es bueno, porque nos permite abordar públicamente" los problemas que arrastra la financiación del servicio de asistencia sanitaria.