Zapatero sostiene que su rechazo al 'plan Ibarretxe' no pone en peligro el apoyo de ERC

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que recibirá al lehendakari, Juan José Ibarretxe, el próximo día 13 y le pedirá que retire su propuesta de "libre asociación" por "inaceptable". Entre las "muchísimas razones" que Rodríguez Zapatero encuentra para hacer esta petición, ayer destacó tres: la existencia del terrorismo, la quiebra de la convivencia entre los vascos y la ruptura entre las instituciones nacionales y las autonómicas. Expresó también su confianza en que se imponga la "razón democrática" sobre dicho proyecto.

Zapatero aseguró asimismo que su rechazo al plan Ibarretxe no amenaza el apoyo que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) da a su Gobierno. Al contrario, anunció que ERC ha pedido iniciar conversaciones con el PSOE para lograr un pacto de estabilidad, que comenzarán en los próximos días. Rechazó el pacto bilateral de unidad nacional que propone el PP y aseguró que el proyecto soberanista del lehendakari no afectará a su estrategia en política autonómica.

El jefe del Ejecutivo rechaza la oferta de Rajoy para firmar un pacto bilateral de defensa de la unidad de España

El presidente hizo estas consideraciones en una conversación con los medios de comunicación tras los actos de celebración de la Pascua militar, presididos por el Rey en el Palacio Real. Don Juan Carlos apeló en su intervención a la unidad constitucional.

En su conversación con los periodistas, Zapatero trasladó un mensaje de serenidad para contrarrestar el clima político crispado por la aprobación del plan Ibarretxe en el Parlamento vasco el pasado 30 de diciembre.

Zapatero empezó por calificar de "muy importante" el hecho de que tanto el lehendakari como el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, "no esperaban" que Batasuna apoyara el plan. El presidente precisó que Imaz, con el que conversó dos días antes de la votación del proyecto, lo ignoraba, y que Ibarretxe "lo supo, como pronto, la tarde anterior" a la votación. "Tampoco cuadra que Ibarretxe lo supiera y 15 días antes diera su apoyo a la Constitución europea", señaló.

"Hablar a fondo"

En esas condiciones, Zapatero avanzó que va a "hablar a fondo" con Ibarretxe en su próximo encuentro y que va a "intentar que la reunión salga bien", porque "lo importante es que el lehendakari vea que su plan no le lleva a ninguna parte". Recordó que sus relaciones con Ibarretxe "siempre se han mantenido en un tono de respetuoso diálogo".

El jefe del Ejecutivo quitó importancia a la intervención del presidente vasco el pasado martes, en la que anunció que haría caso omiso a lo que decida el Congreso sobre su plan, y a su apelación a que el rechazo implicaría "resolver el conflicto vasco a tortas". "Esa frase no fue afortunada y no hay que sacarla de contexto. A Ibarretxe no le habrá gustado verla escrita", dijo Zapatero. Y añadió: "La experiencia política me hace saber que siempre son más importantes los hechos que las declaraciones. Lo que cuentan son los hechos".

Tras adelantar que el Gobierno va a administrar la situación planteada por el plan Ibarretxe con el objetivo de mantener los principios constitucionales y una actitud de convivencia e integración, el presidente subrayó: "Tengo una enorme fe en la razón democrática. Siempre se impone". También apeló a la "razón democrática" para reprobar al PP: "Quienes dicen que estamos ante una situación muy grave y muy preocupante no rezuman confianza en España y sus instituciones. Yo sí la tengo".

En este sentido, añadió que es lógico que el PP apele al plan Ibarretxe "como cuestión de política de oposición porque no tiene por dónde atacar al Gobierno. La economía va boyante; el paro baja; el precio de la vivienda también empieza a bajar; las encuestas dicen que la inmensa mayoría de los ciudadanos está a favor de las reformas legales y hasta se reduce el número de accidentes de tráfico", dijo Zapatero. Y apostilló: "Los mismos que dicen que el Estado está a punto de fenecer son los que hace unos años decían que yo no duraría cuatro días al frente de la secretaría general del PSOE".

Informar a Rajoy

Pese a las andanadas contra el PP, Zapatero aseguró que recibirá al líder de este partido, Mariano Rajoy, inmediatamente después de entrevistarse con Ibarretxe. Explicó que este orden de entrevistas tiene lógica porque quiere informar a Rajoy de su conversación con Ibarretxe y "en función de las conclusiones que saque" de la conversación con el lehendakari, planteará al líder de la oposición "las iniciativas que el Gobierno crea razonables".

El presidente confirmó su rechazo a alguna de las iniciativas lanzadas por el PP, como el recurso de inconstitucionalidad al plan Ibarretxe: "Las precipitaciones nunca son buenas". "Ese recurso de inconstitucionalidad no se puede interponer. Es fácil de entender. El plan Ibarretxe no es aún una resolución sino que está en trámite, dentro de un proceso de reforma", explicó.

Respecto al pacto bilateral de unidad nacional que Rajoy le va a proponer, respondió que "no parece estar cerca". "Siempre habrá con el PP un diálogo abierto sobre las reformas territoriales. En unas cuestiones estaremos de acuerdo y en otras, no. La responsabilidad del Gobierno es intentar el máximo consenso, y haré el mayor esfuerzo por que el PP esté en ello. Es muy conveniente, pero no imprescindible", precisó.

El presidente no concedió ninguna importancia a las declaraciones del portavoz de ERC, Joan Puigcercós, en las que amenazó con retirar el apoyo al Gobierno si Zapatero alcanza con Rajoy un pacto de unidad nacional. "ERC no quiere ver un frente común del PSOE con el PP y no parece estar cerca", ironizó Zapatero. Por el contrario, el presidente aseguró que ERC ha reclamado al PSOE un pacto de estabilidad para 2005, que el PSOE va a negociar.

Zapatero anunció que hablará con el presidente de Navarra, Miguel Sanz (UPN), para explicarle que no cree conveniente convocar, en este momento, la Conferencia de Presidentes de las comunidades autónomas porque "hay muchas tareas previas por hacer", aunque no descartó que se pueda reunir más adelante.