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"Fue una pesadilla de la que no querías despertar"

Val Kilmer y Colin Farrell defendieron de forma conmovedora a la película y a su director. El cómico Farrell, que se ríe de sí mismo sin parar, llegó a decir que estaban profundamente molestos por las críticas "devastadoras" que recibió Alexander en Estados Unidos. "Rodar esta película fue una experiencia apasionante para todos. Y no tuvo nada que ver con el ego. Mucha gente puso la vida en ello, con una pasión digna de un personaje como Alejandro y de su vida asombrosa. Todos, desde los del catering hasta los que cuidaban los caballos, nos entregamos totalmente. Y hubo muchos días que fueron una pesadilla, pero era una pesadilla de la que no necesariamente querías despertarte".

Involuntariamente o no, Kilmer puso una nota de humor en su defensa de Stone: "Es una gran persona, muy honesta, un director que viene al trabajo con preguntas importantes y dolorosas. Preguntas de las que no sabe la respuesta, pero que exige que respondamos entre todos. No le interesa el éxito aburrido. Para mi papel de padre de Alejandro hablamos mucho sobre cosas personales, de nosotros como padres y como hijos. Lo único duro del rodaje fue el primer día: Colin no llevaba calzoncillos".

"Estaba nervioso y se me olvidó ponérmelos", contestó Farrell, otro padre tierno al que los tabloides han endosado una tremenda fama de chico bebedor y un poco pendenciero al que sólo le gusta decir tacos y contratar prostitutas (ayer, durante la rueda de prensa, sólo dijo fuck media docena de veces).

Pinta decadente

Farrell admite que tuvo que trabajar mucho para creerse su papel: "Me pasa como al público: no sé todavía cómo Stone me contrató para ser Alejandro. Con mi pinta decadente y después de aquella primera entrevista que tuvimos en aquel restaurante de Santa Mónica, Los Ángeles... Llegué cocido después de cuatro horas con los amiguetes, fumando, ¡y encima iba disfrazado de skin head! (estaba rodando una película de skins)".

Todos, lógicamente, hablaron maravillas de Angelina Jolie, actriz tan valiente como para atreverse a representar a la madre de Alejandro teniendo casi su misma edad. Farrell resumió el disparate con su espléndido humor dublinés: "Cuando les conté a mis amigos de Dublín que iba a rodar con Angelina, todos me dijeron, 'aaah, fantástico, fantástico, ¿y tendrás escenas de sexo, no?'. 'No, no, ella hace de mi madre".

Quizá para devolverle la broma, Oliver Stone recordó que Time escribió que, con su corta pero intensa aparición, Jolie le había robado la película a Colin Farrell: "Yo no lo comparto, pero es una actriz genial", dijo Stone, que, quizá en un guiño a sí mismo y al fracaso de la película, quiso acabar con el epílogo de Tolomeo en la obra : "Necesitábamos a Alejandro, pero era un soñador. Siempre nos deshacemos de los soñadores".

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