Propuestas escénicas de alto nivel sitúan al teatro como la gran oferta del nuevo año

Como si de una feliz coincidencia se tratara, los teatros acogen en las próximas semanas novedades escénicas de primer orden que sitúan al teatro como una de las ofertas más sólidas e interesantes del panorama cultural. Valle-Inclán, Eric Emmanuel Schmitt, Azaña, Chéjov, Terry Johnson, Javier Daulte, Donald Margulies y, ¡cómo no!, Cervantes, son algunos autores que permitirán ritos de complicidad y encuentros con actores como José Luis Gómez, María Jesús Valdés, Chete Lera, Joaquín Notario, Luisa Martín, Amparo Larrañaga, Ángela Molina, Eloy Arenas y Joel Joan, entre otros.

El nuevo director del Centro Dramático Nacional (CDN), Gerardo Vera, tiene fama de estar subyugado por Valle-Inclán. Este autor parece que va a marcar al CDN en esta etapa: está previsto un valle por temporada, al menos los próximos cuatro años. Cara de plata, que se estrena el día 13 en Madrid, es el primero. Lo pone en escena Ramón Simó, un prometedor director que ha contado con Chete Lere al frente de un amplio reparto.

"Hay que dar prioridad al dramaturgo más importante desde el Siglo de Oro", dice Vera, quien confiesa haber elegido a Simó porque para esta obra, que según él posee una envergadura teatral extraordinaria, deseaba una mirada nueva, contemporánea y rigurosa: "Y que no estuviera contaminada por el tinte costumbrista que suele darse a Valle". Simó tiene claro que está ante uno de los textos difíciles del autor gallego. "Hay que encararlo con fuerza, sin miedo, ni a lo que propone el texto, ni a la violencia, ni a la sensualidad; y hacerlo desde una perspectiva contemporánea", señala el director.

Un bombón

Para el popular Chete Lera, que no permite que el cine, que tanto le reclama, le aparte de los escenarios, ya sean éstos alternativos o de primer nivel, como ahora, es su primer valle: "Sólo esperaba el momento oportuno para hacerlo y ha surgido en mi vuelta al CDN", dice el actor, que piensa que a pesar de que Valle es ya un clásico "está muy cercano y es muy contemporáneo". "No me planteo con él un problema existencial como podía ocurrirme con Shakespeare, y encima el personaje es un bombón".

Lo dice en referencia a Don Juan Manuel, una de las creaciones emblemáticas de Valle, al igual que lo son Ligazón y La rosa de papel, dos obras breves de las seis que conforman El retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Ambas piezas se estrenarán el mismo día 13 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid bajo la dirección de Juan Margallo, quien casualmente ya dirigió estas piezas con Vera hace 21 años. "Hoy ha desaparecido ese ambiente rural gallego de hace cien años donde Valle situaba la acción, así que lo hemos ambientado en un poblado marginal de emigrantes rumanos, que es donde se da ese submundo en el que surgen las barbaridades que cuenta Valle", dice Margallo.

En cuanto a clásicos, la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), como no podía ser de otra forma, acude a Cervantes en este año de conmemoración quijotesca. La elección del director de la CNTC, Eduardo Vasco, ha sido La entretenida, cuya dirección ha encargado a Helena Pimenta, sólida profesional aficionada a sumergirse en textos difíciles de los que sale airosa y que ha contado con Joaquín Notario en el papel principal.

A finales de febrero llegará un esperado estreno que unirá, por primera vez en los escenarios, a Ángela Molina y su hija Olivia Molina como protagonistas de El graduado, cuyo origen es una novela de Charles Webb, que popularizó en 1967 la película de Mike Nichols. En el 2000 llegó al teatro, primero a Londres y luego a Broadway, con una versión teatral de Terry Johnson, que ahora ha traducido en España Juan Cavestany para este montaje que dirigirá Andrés Lima. El mismo que dos meses después estrenará con su grupo Animalario, en el teatro de la Abadía, Hamelin, de Juan Mayorga.

Como es cada vez más habitual en la cartelera también habrá espectáculos unipersonales. En otro teatro público de la capital española, el Español, que ahora dirige Mario Gas, estará uno de los espectáculos más conmovedores de las últimas dos décadas y que no es fácil ver, ya que su creador y protagonista, José Luis Gómez, lo programa como a hurtadillas y en ocasiones especiales. Ésta es una y a partir del 27 de enero se podrá ver Azaña, una pasión española, con una selección de textos del último presidente de la II República.

Uno de los monólogos que causa mayor expectativa es el que sigue dejando sola en escena a María Jesús Valdés. Esta vez con Óscar o la felicidad de existir, espectáculo que se estrena el 18 de febrero en Alicante con dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente. El montaje gira en torno a la historia de un niño y su relación con una mujer excéntrica y divertida, que trabaja como voluntaria, y está basado en la obra Óscar y Mamie Rose, de Eric Emmanuel Schmitt, dramaturgo que arrasa en Francia y del que también se estrenará el 21 de enero, en Málaga, Pequeños crímenes conyugales, con Amparo Larrañaga y Jorge Sanz como protagonistas y dirección de Tam-zim Townsend.

Esta directora británica, que lleva afincada en España hace una década y cada vez está siendo más considerada por los profesionales del teatro, también estrena el 14 de enero en Madrid Historia de una vida, obra de Donald Margulies que han adaptado Bernardo Sánchez y Luisa Martín, actriz que se ha reservado para sí uno de los papeles de la obra, que comparte con Silvia Abascal. "Es un texto en el que se enfrenta a la soberbia con la ambición, una obra llena de tensión a la que se llega a través de un humor bastante ácido", señala Martín.