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Economía bloquea el acuerdo sobre el salario mínimo y la subida del ferrocarril

La cláusula de revisión pactada con sindicatos y el aumento de precios, considerados inflacionistas

El Gobierno ha decidido retirar la cláusula de revisión en el salario mínimo interprofesional (SMI) que había sido pactada entre Trabajo, los sindicatos y la patronal junto con la subida del 4,5%, tras la oposición mostrada por Economía. El departamento que dirige Pedro Solbes ha rechazado también la propuesta de aumento de tarifas de Renfe, que había aprobado una subida del 6% de los billetes de cercanías y del 3,5% en el AVE y que ni siquiera se llegó a presentar en la Comisión Delegada de ayer como estaba previsto. En ambos casos, Economía entiende que suponen un riesgo inflacionista.

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Los ministerios de Trabajo y de Fomento proponen y Economía dispone. El departamento que dirige Jesús Caldera había cerrado un acuerdo con la patronal y los sindicatos, que se mantenía hasta la noche del martes, para subir el SMI un 4,5%, hasta los 512,9 euros mensuales e incorporar una cláusula de revisión salarial en caso de desvío de la inflación, similar al que existe en las pensiones.

Ese consenso se frustró en la mañana de ayer justamente en el transcurso de la reunión en la que estaba previsto firmar un acuerdo. Caldera retiró el documento que se iba a ratificar y aseguró que el Gobierno ha decidido aplazar durante un mes la firma del acuerdo sobre el SMI -que afecta a un millón de trabajadores- para concretar algunos aspectos que habían generado reservas entre empresarios y sindicatos, como la inclusión de la citada cláusula de revisión o las bonificaciones a los empresarios para compensar las subidas del SMI.

Por eso, el Consejo de Ministros se limitará a aprobar hoy el Real Decreto sobre el incremento del 4,5% del SMI. No incluirá ninguna referencia sobre la cláusula de revisión ni contará con el respaldo de patronal y sindicatos.

La retirada del documento inicial por parte del Gobierno causó la indignación de los representantes sindicales, que calificaron como "insólito" el hecho de que se quiera renegociar un acuerdo que ya estaba cerrado, y manifestaron la desconfianza generada con ello en el diálogo social, al tiempo que pidieron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "tome cartas en el asunto".

Esa cláusula de garantía preveía la actualización del salario mínimo si el incremento aplicado es inferior a la inflación real (se tomaría como referencia el dato de noviembre sobre el mes de noviembre anterior) y, a juicio de los sindicatos, "en la práctica no se hubiera aplicado hasta el año 2009 salvo que la inflación se desbordase por encima del 5% o 6%". Para cumplir su promesa electoral, el Gobierno debe subir el salario mínimo hasta 600 euros, desde su nivel actual de 490,8 euros, lo que requiere un incremento superior al 22% a repartir entre los cuatro próximos años.

La cláusula de revisión ha sido desautorizada desde el Ministerio de Economía porque es inflacionista y, además, porque sirve de referente para los convenios de 2005 y, sobre todo, para el acuerdo marco interconfederal que negocian en estos momentos la patronal y los sindicatos, donde la cláusula de garantía es también objeto de discrepancias.

Algo parecido ha ocurrido con las tarifas de Renfe. El consejo de administración de la compañía ferroviaria aprobó el martes la propuesta de aumento que incluía una subida del 6% para los trenes de cercanías, que utilizan todos los días 1,2 millones de viajeros de los cinturones urbanos de las 11 principales ciudades del país. La propuesta se completaba con una subida también del 6% para los trayectos regionales, mientras que para el AVE y grandes líneas (Talgo, Altaria, Euromed, Alaris) se pedía un aumento del 3,5%.

Tarifas de cercanías

Renfe justificaba ese aumento -el triple de la previsión de inflación en el caso de cercanías- porque va en sintonía o es menor que el aprobado para el resto de transportes públicos en las grandes ciudades. Además, en los últimos años las tarifas de cercanías han subido muy por debajo de la inflación real: 2% en 2004; 1,3% en 2003, y 3% en los dos años anteriores.

La petición debía ser trasladada ayer para su aprobación a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos por el Ministerio de Fomento, departamento del que depende Renfe. Pero se quedó en la puerta y ni siquiera fue incluido en el orden del día.

La razón oficial del Ministerio de Fomento es que no les había dado tiempo a estudiar la propuesta de Renfe con vistas a la reunión de la Comisión Delegada. Fuentes del departamento aseguraron que llevarán una petición definitiva a la reunión del próximo día 15 de enero. De esta forma, será la primera vez en muchos años que Renfe inicia el año sin revisar sus tarifas.

Sin embargo, en fuentes de la Administración se indicó que fue el Ministerio de Economía el que pidió a Fomento que reconsiderara la propuesta por su peligro inflacionista, de forma que se rebajen las pretensiones iniciales de Renfe. Al departamento de Pedro Solbes le preocupa el efecto que va a tener sobre el índice de precios, las subidas del transporte público (metro, autobús y tranvía) aprobadas por los principales ayuntamientos.

Otras tarifas que suben, y que estarán por encima de la inflación, son las de las líneas regulares de transporte interurbano de viajeros por autocar, que suben un 2,82% en 2005.

Jesús Caldera, tras la reunión mantenida ayer con sindicatos y patronal.
Jesús Caldera, tras la reunión mantenida ayer con sindicatos y patronal.EFE

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