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La sonda 'Huygens' viaja en solitario a la luna Titán de Saturno

El módulo se posará en el satélite y enviará datos científicos a la Tierra

La sonda espacial europea Huygens ha emprendido el rumbo al tramo más arriesgado de su misión en el sistema de Saturno: el descenso por la atmósfera de la luna Titán hasta posarse en ella y tomar datos durante horas. Será el próximo 14 de enero. Para lograrlo, ha viajado siete años adosada a la nave estadounidense Cassini, de la que se separó ayer de madrugada.

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La Huygens, de 230 kilos y 2,7 metros de diámetro, tiene forma de platillo volante, adecuada para integrar el escudo térmico que la protegerá en su descenso por la atmósfera de Titán. Pero es una sonda sin medios propios de propulsión, por lo que ha viajado durante 3.200 kilómetros adosada a la Cassini, desde la salida de la Tierra en octubre de 1997. Ayer unos dispositivos pirotécnicos liberaron un muelle, que iba plegado, para impulsar suavemente la sonda a una velocidad de unos 0,3 metros por segundos. Fue a las 3 de la madrugada, pero la señal de que se había producido con éxito la separación llegó a la Tierra una hora y ocho minutos más tarde, el tiempo que tarda la radioseñal en recorrer, a la velocidad de la luz, los 1.200 millones de kilómetros de distancia desde la Cassini.

Los responsables de la misión en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA (California), y el centro de control de vuelos de la Agencia Europea del Espacio (ESA), en Alemania, estuvieron pendientes. Huygens está ahora en trayectoria de colisión con Titán: llegará a ese cuerpo el 14 de enero tras recorrer en solitario cuatro millones de kilómetros.

"La separación de hoy es otro hito de éxito en la odisea Cassini-Huygens", comentó ayer David Southwod, director de los programas científicos de la ESA. "Ha sido una separación amistosa tras siete años. Agradecemos a nuestro socio el viaje. Cada sonda ahora seguirá su camino, pero esperamos que se mantengan en contacto para completar esta asombrosa misión. Ahora todas nuestras esperanzas y expectativas se centran en tomar datos in situ de un nuevo mundo que durante décadas hemos soñado explorar".

Huygens va hibernada y sólo se despertará poco antes de llegar a la atmósfera de Titán para empezar el arriesgado descenso, algo nunca intentado antes. "La caída de la sonda [por la atmósfera de Titán] tardará menos de dos horas y media y, si sobrevive al impacto, esperamos que funcione otras dos tomando datos antes de agotar sus baterías", explicó Jean-Pierre Lebreton, jefe de la misión Huygens en la ESA.

En el descenso la sonda registrará información de la composición de la atmósfera, las propiedades físicas y datos del viento; en el suelo caracterizará el entorno, un micrófono grabará el sonido y la cámara fotografiará. En total, Cassini estará cuatro horas y media a la escucha de Huygens, luego transmitirá los datos a la Tierra y seguirça su misión en órbita de Saturno hasta julio de 2008. Hasta ahora sólo la Luna, Marte y Venus han recibido en el suelo artefactos terrestres.

Ayer, durante la separación, se encargó de mantener el contacto con Cassini la estación de seguimiento de Robledo de Chavela (Madrid), una de las tres que integran la Red de Espacio Profundo de la NASA. Se usaron una antena de 34 metros y otra de 70, informó Gregorio Rodríguez Pasero, director de la estación de Robledo.

Ilustración de la sonda <i>Huygens</i> alejándose de la nave <i>Cassini </i>cerca de Saturno.
Ilustración de la sonda Huygens alejándose de la nave Cassini cerca de Saturno.ESA

Cuerpo misterioso

Titán, la mayor luna de Saturno, intriga a los científicos, que están ansiosos por desvelar los misterios que oculta tras sus densas nubes. Aunque es un cuerpo conocido desde que Christian Huygens lo descubrió en el siglo XVII, sólo ahora, con la llegada de Cassini-Huygens al sistema de Saturno, se han empezado a ver rasgos con un cierto detalle. La Cassini se acercó Titán el pasado 26 de octubre y su radar hizo un barrido de la superficie a una distancia de 1.200 kilómetros, a la vez que sus cámaras tomaban imágenes. Los científicos han visto una superficie geológicamente compleja, con unas zonas lisas y otras abruptas.

El pasado 13 de diciembre la nave volvió a sobrevolar ese cuerpo y se apreciaron alteraciones en las nubes, lo que indica cambios meteorológicos detectados allí por primera vez.

Los especialistas creen que en Titán, que tiene una temperatura de hasta 180 grados bajo cero, puede haber océanos bajo la densa atmósfera rica en nitrógeno y en compuestos orgánicos.

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