"Los cantautores y músicos vascos somos reflejo del país"
Gontzal Mendibil (Zeanuri, 1956) acudió a la ultima Feria de Durango con Zuri so (Keinu Produkzioak), su undécimo álbum. De cara a 2005 planea presentarlo en marcos como el palacio Euskalduna de Bilbao (29 de enero), el Kursaal donostiarra (18 de febrero) y el Baluarte pamplonés (19 de marzo), y celebrar 30 años como cantautor en los que ha abandonado el compromiso social para abrazar la poesía, y ha comprobado que "estamos en una sociedad que minusvalora el tema cultural y el musical".
Pregunta. Su nuevo disco no ha tenido mala acogida. Vender 1.000 ejemplares en Durango no es mala noticia.
Respuesta. La acogida está siendo muy buena. Tal y como estamos hablando de la crisis de la industria musical, es para estar contento. ¿Pero cuándo no ha habido crisis? Siempre ha habido, y siempre habrá, pero hay que buscarle la cara bonita y hablar siempre de esperanza. Estar cabreado no merece la pena, estar crítico sí. Si uno que se dedica a la creatividad no es crítico, pues se dedicaría a ser funcionario.
"Aquí, no se valora la poesía, la estética, no se lleva a las escuelas o ikastolas"
P. ¿Alegra ver los discos de uno en las mantas?
R. A mí no mucho. Sobre todo, porque yo produzco este disco y cuesta sus chines. Que llegue el disco está bien, pero de una forma más ética o más legal. A eso sí habría que darle una solución. A la música le hace falta, no digo lloros y subvenciones, sino facilidades, poner locales, cuidar un poquito al creador, protegerle, como hacen Francia, Canadá y otros países tremendamente civilizados.
P. ¿Qué queda del comprometido Gontzal Mendibil que debutó con Zaurietatik dario?
R. Menos pelo, un poco de experiencia e ilusión. Aquella era una época de protesta colectiva, una época social fuerte y en ese sentido ha cambiado, ahora nos hemos individualizado. Me queda esa ilusión de seguir adelante y poder crear nuevos mundos, nueva música, nuevas poesías, sobre todo por placer personal.
P. Su propuesta ha cambiado mucho.
R. Me tengo que adaptar a las épocas, a las circunstancias. Mi propuesta entonces era más ingenua y ahora tienes que cuidar más las cosas, estéticamente tienes que limar más, poética y musicalmente te tienes que valer de buen arrope musical para llegar al corazón.
P. ¿Ha perdido el ánimo experimentador que lucía hace 21 años, en Hasperen itun?
R. Bueno, de eso sí que uno aprende. Uno aprende más de las derrotas que de las victorias, y aquello fue un fracaso. Las propuestas experimentales son para aprender internamente. En cuanto a ventas, a llegar a la gente, no.
P. Cree que sobra reflexión y pensamiento.
R. Sí, los cantautores y los músicos vascos somos un poco reflejo del país, nos cuesta soltarnos, en escena hay demasiada seriedad. Y ahí tienes que hacer espectáculo y hacer vibrar. Tenemos que aprender a soltarnos un poquito, a ser más impulsivos y menos trascendentales. La reflexión está bien en otros terrenos.
P. Benito Lertxundi ha dicho que "si uno elige cantar en euskera, por naturaleza es un poco marginado, ya que la lengua sí lo es". ¿Comparte su opinión?
R. Hombre el hecho es que tú perteneces a un colectivo y a una sociedad en la que sabes que la lengua, aunque sea oficial, entre comillas, no la habla el 100%, con lo cual hay una limitación.¿Marginado? Desde luego, fuera de aquí sí. Y aquí hay una realidad: ya hace cinco años me decían "tú sé consciente de que Los Chichos venden más que Benito Lertxundi", que es de los que más vende en Euskadi. Y cualquiera de los que hacen Operación Triunfo vende diez veces más que cualquiera de nosotros. Además, se nos enfoca más por el aspecto cultural, y la cultura, desgraciadamente, no vende, la filosofía menos, y la teorización de todo esto aun menos.
P. ¿Cómo contempla el panorama musical vasco?
R. Es difícil, porque no tenemos un gran público, se ha reducido enormemente. Hay mucha productividad y buenos músicos, pero por mucho que uno haga bien las cosas no se refleja luego en las ventas. Un 70% de lo que sale es deficitario, nos encontramos con grandes handicaps y hay una necesidad de nuevas propuestas. Pero yo estoy esperanzado, igual que han nacido grandes poetas, en la música van a aparecer también nuevos frutos.
P. ¿Ha perdido atractivo la figura del cantautor acompañado sólo por su guitarra?
R. Él sólo sí. Hoy día tienes que estar arropado, dar otra alternativa estética.
P. ¿La gente no se siente ya atraída por la simple palabra?
R. Hombre, recuperar la palabra está bien, porque oyes las radiofórmulas y es la leche. Yo a veces digo "no puede ser" que de repente estén potenciando la mierda, la antipoesía, la antiestética, la antimúsica incluso. Aquí no se valora la poesía, la estética, no se lleva a las escuelas o ikastolas.
P. ¿Qué balance hace de estas tres décadas de carrera?
R. Muy positivo. He vivido muchos mundos y muchas vivencias, experimentos por los que me han dado caña, he tenido que salir, he vuelto, pero al final el balance es que tú sigues aferrado a tu ser, eres tú, eres independiente y tratas de seguir siéndolo. Ser libre es lo más grande en esta vida. Ojalá de aquí a 30 años, si vivo, pueda decir: "por lo menos he sido libre y he hecho lo que más me apetecía". Eso me gustaría, es un buen epitafio.
P. ¿Cómo serán las presentaciones de Zuri so?
R. Quiero que sea un espectáculo bonito, que musicalmente suene bien y haga soñar a la gente. Una película, una buena novela o una música, si te entra dentro, debería hacerte soñar. Va a haber muchas sorpresas emotivas; calor, emotividad, frescura y buena música.
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