Escasas reacciones de la Casa Blanca ante el mayor golpe contra sus tropas

Las reacciones de las autoridades estadounidenses ante el mayor golpe contra sus tropas emplazadas en Irak fueron escasas hasta altas horas de la madrugada (ocho horas menos en Washington) El presidente de EE UU hizo sólo unas breves declaraciones a la salida de un hospital militar de Maryland en el que están ingresados muchos de los soldados heridos en Irak, el Walter Reed Medical Center. Según George W. Bush, ataques como el de ayer no deben impedir la celebración de las elecciones el 20 de enero: "Tengo confianza en que la democracia triunfará en Irak". El presidente pidió a los familiares de las víctimas que sepan que sus seres queridos "murieron en una misión vital en aras de la paz".

La Casa Blanca responsabilizó ayer del cruento ataque contra la base estadounidense de Mosul a grupos insurgentes que pretenden imposibilitar el proceso de elecciones en Irak. "Serán derrotados y un Irak libre y pacífico acabará emergiendo. Cuando lo haga, será un duro golpe para sus ambiciones y para las ambiciones de quienes propagan el odio", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. "Los terroristas y los leales a Sadam Husein tratan desesperadamente de impedir la transición hacia la democracia y la libertad en Irak", agregó McClellan en una rueda de prensa. "Los enemigos de la libertad saben muy bien lo que está en juego".

Ansar al Suna, el grupo armado que se atribuyó el ataque contra la base estadounidense de Mosul es uno de los más activos en Irak desde que se diera a conocer a principios de este año. Su nombre se traduce como Defensores de la Tradición, pues Suna es el nombre con el que se conoce el conjunto de tradiciones de la época del profeta Mahoma y sirve para designar, además, a una de las grandes sectas del islam, la de los suníes, enfrentada tradicionalmente a la Chía o de los chiíes.

La primera ocasión en la que aparece Ansar al Suna es el 5 de febrero de este año, cuando en un comunicado publicado en una página de Internet utilizada por extremistas islámicos, el grupo asumió la autoría del atentado suicida perpetrado en la localidad de Erbil, en el Kurdistán iraquí, cinco días antes. Dos hombres hicieron estallar en las sedes locales de los dos principales partidos kurdos cargas explosivas que tenían adosadas al cuerpo y mataron al menos 67 personas.