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Entrevista:CARMELO ANGULO | Embajador de España en Argentina

"España está con Argentina a las duras y a las maduras"

"América Latina está entrando en un nuevo ciclo y España tiene que empujar para que tenga éxito e este proceso", opina Carmelo Angulo, de 57 años, que recientemente presentó en Buenos Aires sus cartas credenciales como nuevo embajador de España en Argentina. "Creo que el diálogo y la relación política tendrán un perfil nuevo", dice. "En estos terrenos tengo una cierta ventaja por el conocimiento de Argentina y por haber trabajado con sectores que hoy gobiernan".

En los dos últimos años este diplomático vasco, que estuvo apartado de la carrera durante el Gobierno de José María Aznar, ocupó el cargo de representante en Argentina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Las cosas han mejorado sensiblemente en el país suramericano desde que Carmelo Angulo fue uno de los promotores del Diálogo Argentino, una iniciativa que pretendía lograr el entendimiento de los argentinos para salir de la grave crisis política y económica tras la debacle de diciembre de 2001. La tensión social ha disminuido, la estabilidad parece garantizada y el Gobierno de Néstor Kirchner mantiene unos índices de popularidad nada despreciables. "La inflación está controlada, ha aumentado la recaudación, han desaparecido las monedas paralelas y la paridad cambiaria está bajo control".

"Hemos pasado de un ciclo en el que España tuvo que estar a la defensiva a una nueva fase en la que podemos pasar a la ofensiva en la relación bilateral", señala Angulo. Según el embajador la percepción negativa que muchos empresarios españoles tenían de Kirchner en los primeros compases de su mandato ha cambiado, "porque Argentina está mucho mejor de lo que muchos pensaban". "Hay un crecimiento efectivo, se está produciendo una discreta renovación de personas en la cúpula de las empresas españolas afincadas en Argentina, tanto en Madrid como en Buenos Aires, y esto empieza a cambiar el discurso. Además, en privado, todos los empresarios confiesan que empiezan a hacer negocios".

La situación actual no tiene nada que ver con hace cinco meses, asegura el jefe de la misión diplomática en Buenos Aires. "Aguas Argentinas, con el apoyo de Francia, arregló su problema. Repsol lo está resolviendo. Telefónica está ampliando sus negocios, entrando con fuerza en la banda ancha, y ha comprado Movicom. La empresas ven sus negocios desde una perspectiva global en toda la región latinoamericana y empiezan a actuar como corporaciones multinacionales".

Las empresas españolas, opina Angulo, han evolucionado y desean trabajar armónicamente con el espacio público al que ellas no llegan y que tiene que ser atendido por el Estado. En este sentido, pone como ejemplo la actitud del presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, como "una manera nueva, desde la modestia, de ponerse al lado de los países y entenderlos en su globalidad". "El peor enemigo de las empresas es la pobreza y la desigualdad, que ha crecido de forma preocupante y que conlleva empleo precario, contrabando, emigración forzosa".

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El embajador subraya que en Argentina las empresas españolas han decidido quedarse, lo que no ha ocurrido siempre con empresas de otro origen. "Hoy tendríamos que hablar de empresas argentinas, peruanas, chilenas, de origen o matriz española, pero imbuidas de alto espíritu de servicio a la ciudadanía a través de sus clientes y consumidores". Las empresas españolas emplean a 130.000 trabajadores en Argentina, la inversión 1991-2003 supera ampliamente los 40.000 millones de dólares y las aportaciones al fisco en este periodo alcanzan los 30.000 millones de dólares. "Además, y de esto se habla poco, casi 40.000 españoles residentes en Argentina reciben ayudas económicas en pensiones, educación o medicamentos, lo que supone una fuerte inyección a las economías domésticas".

En el aspecto político, los cambios se han producido a ambos lados del Atlántico. En América del Sur, la izquierda, o lo que queda de ella, ha llegado al Gobierno en varios países, y en España ha regresado el PSOE, de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero. "Hay una mayor presencia efectiva en la región y un mayor nivel en los contactos bilaterales", dice el embajador.

En los seis meses de Gobierno socialista "Zapatero lanzó el fondo mundial contra el hambre junto a los presidentes Lula, Lagos y Chirac; ha promovido la alianza de las civilizaciones; ha lanzado el tema de canje de deuda por educación, que es una bomba; y esta promoviendo la idea de discutir una agenda política con los distintos países".

"España quiere estar al lado de Argentina a las duras y a las maduras", en palabras del embajador Angulo, "sin renunciar a un diálogo franco que persiga la recomposición de la ecuación económica de las compañías, así como un marco legal que dé seguridad a las inversiones presentes y futuras." "España es el amigo antiguo, fiel y perseverante y el socio estratégico sólido por encima de cualquier avatar", precisa.

El primer embajador en Argentina de la etapa Zapatero muestra comprensión hacia el presidente Kirchner al advertir de que "tiene la agenda más pesada y compleja de los últimos decenios y es lógico que se concentre en la resolución, posiblemente lenta y minuciosa, de los temas internos. Para ello, tiene que buscar los apoyos parlamentarios y políticos, comunicarse activamente con los diferentes actores sociales, darles ánimo y explicarles la crudeza de sus retos".

Carmelo Angulo.
Carmelo Angulo.

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