Cuatro detenidos por atracar 12 gasolineras y robar 10 vehículos
Los acusados tenían material explosivo, armas y planos de un centro comercial
Los Mossos detuvieron ayer a cuatro personas a las que responsabilizan de 12 atracos a gasolineras del área metropolitana de Barcelona en año y medio. En sus pisos acumulaban material para fabricar explosivos, mapas de un centro comercial del Maresme y muchas armas. La banda cometía sus atracos pistola en mano. Además atacaban a los empleados con artes marciales y los rociaban con aerosol de defensa.
Los detenidos calcaban la manera de actuar: los lunes a las 7.30 abordaban al empleado de la gasolinera cuando se dirigía al banco con la recaudación. Antonio J. S. y Fernando H. J., de complexión muy fuerte -"con muchas horas de gimnasio", precisó el jefe de la operación policial- y expertos en artes marciales, le apuntaban con una pistola, lo inmovilizaban con una llave y, tras haberle robado, lo rociaban con aerosol de defensa. Los robos los cometían cubiertos con cascos de motorista o pasamontañas. Tras el cuarto atraco, la empresa encargó el traslado del dinero en furgones blindados.
Por ello, los ocho golpes siguientes se produjeron en la misma gasolinera, también con pistolas, artes marciales y aerosoles de por medio. En uno de ellos, Antonio rectificó a Fernando: "Ése no, el encargado es el otro". El conocimiento tan exacto de los usos de las gasolineras, todas de la misma empresa, hizo sospechar a los Mossos. Carmen N. M. fue detenida por pasar información, tras comprobarse que trabajaba en una estación de servicio del grupo.
El último atraco, en Maçanet de la Selva, precipitó la captura. Tras un forcejeo, el vigilante fue herido en el abdomen y Fernando en la pierna, por lo que fue trasladado al Hospital Mutua de Terrassa. Allí explicó, junto con su pareja, Natalia J. S., que le había disparado un suramericano cuando intentaba robarle el coche. Los agentes no les creyeron, les detuvieron y se lo comunicaron a los Mossos, que cerraron la operación.
A los detenidos también se les achaca la sustracción de 10 vehículos, que después empleaban en sus golpes. Los cuatro detenidos, que ingresaron ayer en prisión por orden judicial, robaron unos 145.000 euros.
En el registro de sus cinco pisos, los mossos se incautaron de tres escopetas de repetición, cinco pistolas de gran calibre, un revólver, una granada, chalecos antibalas y un plano de un centro comercial del Maresme. También encontraron sustancias químicas con las que elaborar amonal y un manual para fabricar explosivos. "Querían dar el siguiente paso: primero, atracos en plena calle; después, en las gasolineras, y por último, a los furgones blindados", explicó el mando policial.
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