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Entrevista:BENITA FERRERO-WALDNER | Comisaria de Relaciones Exteriores de la UE | EL FUTURO DE LA UE

"Turquía no es tan Europa como algunos piensan"

Benita Ferrero-Waldner, de 56 años, lleva un mes en Bruselas como comisaria europea de Relaciones Exteriores. Han sido semanas trepidantes de reuniones internacionales rematadas con la decisión de la UE de abrir negociaciones para la adhesión de Turquía, un asunto que en Austria, donde Ferrero-Waldner fue ministra de Exteriores hasta llegar a Bruselas, suscita gran hostilidad. "Es obvio que Turquía no es tan Europa como algunos piensan", dice la comisaria, que hoy visita Madrid. Ferrero-Waldner, casada con Francisco Ferrero, director del Instituto Cervantes en Viena, habla en perfecto español, el mismo que hoy usará durante su entrevista con el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y con el presidente del Congreso, Manuel Marín. Con ellos abordará la política europea para el Mediterráneo. La comisaria acaba de presentar siete planes de acción para estrechar relaciones con otros tantos vecinos de la Unión. Cinco de esos países están al otro lado del Mediterráneo: Israel, Jordania, Autoridad Palestina, Túnez y Marruecos. Los otros dos son Ucrania y Moldavia. La entrevista se celebra durante un almuerzo en su despacho en el nuevo Berlaymont, antes de que Austria anuncie que celebrará un referéndum sobre la adhesión.

"En Ucrania los europeos sólo hemos apostado por la democracia, no por un candidato en concreto"
"Hemos visto que Bush tiende la mano. Nosotros también tenemos que hacer un gesto y superar el enfrentamiento por la guerra de Irak"
"Una Europa grande puede ser también una Europa política fuerte. Hay una creciente política exterior común y funcionamos cada vez mejor"
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Pregunta. ¿Había vivido usted algún mes tan intenso en su vida?

Respuesta. La verdad es que no. He vivido muchas cosas en mi vida anterior, pero tan intenso nunca. Ha sido fascinante.

P. ¿Es la adhesión de Turquía lo más trascendente?

R. La decisión sobre Turquía es muy importante, pero he vivido también otras cosas importantes como las cumbres de la UE con Rusia o con China. Nunca había habido cumbres tan positivas con ninguno de los dos.

P. ¿A pesar de que el primer ministro chino se volviese a Pekín sin conseguir el ansiado levantamiento del embargo de armas impuesto tras la matanza de Tiananmen?

R. Hemos trabajado mucho y hablado de muchas cosas. Y le dimos la señal de que en el futuro hay una posibilidad de levantamiento del embargo, en fecha por decidir. Antes se tiene que reforzar nuestro código de venta de armas y también esperamos gestos concretos en derechos humanos por su parte.

P. Usted dijo en el Parlamento Europeo que había un retroceso en las libertades en Rusia relacionado con la guerra de Chechenia.

R. Hay que decir las cosas abiertamente y se lo hemos dicho a los rusos. Hay que entender que Rusia quiera mantener la soberanía y la integridad territorial. Pero tiene que haber una solución política a ese conflicto y en caso de conflicto hay que respetar los derechos humanos.

P. Rusia y la UE también han estado en frentes distintos en la crisis de Ucrania.

R. Nosotros sólo hemos apostado por la democracia, no por un candidato en concreto. Hemos dicho a los rusos que Ucrania es vecina nuestra y de ellos y que lo importante es que el pueblo de Ucrania decida en unas elecciones limpias.

P. El plan de acción con Ucrania es uno de los siete que usted acaba de presentar sobre Política Europea de Vecindad, en la que el Mediterráneo es clave.

R. Uno de mis temas prioritarios son estos planes de acción, de los que cinco son con el Mediterráneo del sur. Voy a hablar con Moratinos y con Marín sobre estos temas porque es del interés de España, pero claramente del interés de la UE. En esos planes he incluido países que no ha sido fácil, como Israel y la Autoridad Palestina. Queremos exportar nuestros valores e intereses y al tiempo que exportamos prosperidad, estabilidad para hacerles partícipes del mercado común.

P. Usted lo ha definido como un "círculo de amigos", pero está claro que se trata de crear un colchón de seguridad para la UE.

R. Así son las cosas, pero lo que queremos es tener un círculo de amigos, que se sientan más cercanos a Europa que antes. Son entusiastas porque la UE les da cada año 3.000 millones de euros: 1.000 millones en subvenciones y 2.000 en créditos.

P. ¿Está ganando el Mediterráneo presencia en el consciente colectivo europeo por razones negativas: islamismo, terrorismo?

R. Creo que no. La cooperación de la UE es fundamental para el pueblo del otro lado, para que vea que compartimos muchas cosas: educación, cooperación regional, apoyo a la mujer, diálogo entre civilizaciones... ¡Hay tantas posibilidades!

P. La UE pone condiciones a los países para establecer mejores relaciones y sin embargo pacta con Israel, que es considerado por la opinión pública europea como una gran amenaza para la paz.

R. No me parece la expresión correcta. Hay dificultades, pero veo una nueva actitud en Israel. Lo importante es ver que en el Plan de Acción hay puntos que nunca se habían tocado por escrito, como los relativos a las armas de destrucción masiva. Sobre eso vale la pena trabajar con Israel. Israel es una democracia y tiene sus propias instituciones, como su Tribunal Supremo. Espero que los Planes de Acción contribuyan a la colaboración entre los países árabes e Israel. Es muy importante ahora que hay un momento de esperanza. También queremos contribuir a que los palestinos elijan un líder legitimado para que Israel no tenga pretexto para no dialogar.

P. ¿Por qué hay tanta resistencia de las opiniones públicas, en particular en su país, a la presencia de Turquía en la UE?

R. Creo que hay que digerir la ampliación de los diez países que entraron en mayo. Austria está rodeada por muchos países nuevos y yo creo que la gente necesita más tiempo. No es tan importante la cuestión religiosa, de la que se habla demasiado. Hay muchos que piensan que un país tan grande como Turquía, con una gran parte en Asia, tendrá un papel muy importante en las instituciones europeas. Hay que ir con cuidado, pero Turquía ha hecho muchos progresos y eso se tiene que tener en cuenta.

P. ¿Es decir, que la opinión pública teme que el peso turco en las instituciones las lleve por caminos que no son los hasta ahora propios de la idea de Europa?

R. Efectivamente, porque una gran parte de Turquía es Asia. Es obvio que no es tan Europa como algunos piensan.

P. ¿Es precipitada la decisión de abrir negociaciones?

R. La decisión es buena porque ha considerado los progresos de Turquía. Pero ahora corresponde a Turquía demostrar que sigue avanzando y cumpliendo con las exigencias del acervo comunitario.

P. Y antes de que llegue Turquía entrarán Bulgaria, Rumania y Croacia. ¿Hay una dinámica que supere la capacidad de asimilación de las instituciones?

R. Será una Europa muy grande. Pero estamos a punto de tener una Constitución, dentro de dos años como máximo, que ya piensa en una Europa más grande con instituciones que tienen que funcionar con más gente.

P. Sin embargo, se especula con que ante la entrada de Turquía se harán retoques para recortar poderes del que será el país más grande.

R. Ahora lo que hay que hacer es ratificar la Constitución tal cual. De retoques se podrá hablar luego, si acaso.

P. Lo que sí se acaba definitivamente es el sueño de una Europa política. En el viejo enfrentamiento entre ampliar o profundizar, los profundizadores han perdido por goleada.

R. Creo que una Europa grande puede ser también una Europa política fuerte. Hay una creciente política común exterior y de seguridad y funcionamos cada vez mejor. Javier Solana ha hecho un excelente trabajo en Ucrania junto a Valdas Adamkus, presidente de Lituania, y de Aleksander Kwasniewski, de Polonia. Hay muchos ejemplos de que Europa toma el destino en sus manos.

P. ¿Cuanto más grande, más potencia?

R. Sí, si mantenemos las instituciones de tal manera que seamos capaces y fuertes.

P. ¿No se diluye, conforme se crece, la idea de la Europa política de los padres fundadores?

R. No estoy tan segura, porque Robert Schuman y Jean Monet dijeron que cada país que fuera una democracia que cumpliera las condiciones podría ser miembro.

P. Si lo desea, lo que hace pensar que Ucrania también...

R. Con los planes de acción no cerramos la puerta a la posible adhesión. Lo que decimos es que son los instrumentos adecuados para convertirse en amigos de confianza. Para ayudarles a que cambien y a que hagan reformas económicas y políticas, a que sean más democráticos para que no vuelva a darse una elección con pucherazo.

P. ¿Cómo evolucionan las relaciones trasatlánticas tras la fractura causada por la guerra de Irak?

R. Los comentarios que ha hecho George Bush tras su reelección, sobre su idea de colaborar con Europa y su viaje son una excelente señal. Hemos visto que tiende la mano. Nosotros también tenemos que hacer un gesto, superar el enfrentamiento por la guerra de Irak. Queremos estabilidad en nuestro entorno amplio y la reconstrucción en Irak y las elecciones van en nuestros interés. La visita de Bush va servir para dar nuevo impulso a estas relaciones, en las que tenemos que invertir ambos lados del Atlántico.

P. ¿Es posible celebrar elecciones en Irak en plena guerra?

R. Irak es un país de posguerra, con circunstancias particulares. Pero el pueblo iraquí quiere decidir sobre su futuro. Es mejor ir adelante que esperar.

Benita Ferrero-Waldner, en una foto de archivo.
Benita Ferrero-Waldner, en una foto de archivo.BERNARDO PÉREZ

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