Los agricultores proponen hacer un frente común a las caídas de precios

A mediados de noviembre se constató una fuerte crisis de precios en las campañas de la berenjena y el pepino. La asociación de agricultores COAG entiende que el origen del problema está en la comercialización de los productos y que la salida es que los productores hagan un frente común ante las caídas de los precios. Asegura también que habrá otros derrumbes de precios en otros productos.

El bajo consumo de estos productos en los mercados europeos y el exceso de producción provocó que los agricultores almerienses, junto con los granadinos, no encontraran salida a sus productos. Entre octubre y noviembre el precio de la berenjena cayó hasta los 30-35 céntimos por kilogramo, mientras que el pepino lleva estancado en los 13-14 céntimos desde que comenzó la campaña.

La crisis de precios llevó a los agricultores el 2 de diciembre a repartir de 20.000 kilos de pepinos en las calles de Almería y unos días antes en Granada. Para hacerse una idea de lo crítico de la situación, las alhóndigas almerienses llegaron a abrir la subasta de pepino, el 3 de diciembre pasado, sobre los 15 céntimos de euro, para acabar cerrando por debajo de los 10 céntimos.

El asunto, que se repite cada pocas campañas, ha vuelto a poner sobre el tapete la necesidad de crear una organización interprofesional de frutas y hortalizas dentro del sector. "La comercialización es el peor problema que tiene el agricultor: no hay criterio provincial de comercialización. Existen más de 200 empresas que ofrecen producto y al final las grandes distribuidoras, que son sólo cuatro o cinco en Europa, ofertan a la baja. Esto que ha pasado con el pepino ocurrirá con el tomate en unos meses. Ya ha ocurrido con el pimiento, el melón o la sandía", asevera Andrés Góngora, secretario general de COAG en Almería.

Planificación

De ahí la necesidad extrema, para los productores, de crear mecanismos de planificación y gestión de la producción y el mercado, como sería el caso de la interprofesional de productos hortícolas que respetara "siempre" una representatividad del sector justa.

"En épocas de crisis como ésta, el agricultor es el que padece directamente los bajos precios y es el que tiene que decidir cuándo debe intervenir la interprofesional destruyendo categorías inferiores para que no haya una congestión de mercado, siempre y cuando la competencia se registre dentro de la propia provincia almeriense", defienden los productores.

Ahora, con la llegada del frío y de la fechas navideñas los precios del pepino, a unos 40 céntimos el kilo, han adquirido cierta normalidad que al menos ronda los costes de producción.

El aumento de los costes de producción en los últimos cinco años en las explotaciones intensivas de la provincia de Almería ha venido motivado por el incremento del precio del petróleo, la mano de obra y las semillas, entre otros factores.

Eso, según los agricultores, ha provocado la pérdida de rentabilidad de las explotaciones familiares. La subida de los costes de producción para el agricultor de Almería ha pasado de ser coyuntural a estructural, ya que se repite campaña tras campaña y se agudiza en años de mayor crisis como 2004.