Una operación conjunta de Garzón y Del Olmo desarticula una célula islamista en Lanzarote

Una operación ordenada por los jueces Baltasar Garzón, que investiga la actividad de distintas células islamistas radicales en España, y Juan del Olmo, que instruye el sumario por el atentado del 11-M, que costó la vida a 191 personas, permitió ayer la desarticulación de una supuesta célula de islamistas radicales en Lanzarote. Los cuatro detenidos son marroquíes. Uno de ellos, Hassan el Haski, estaría relacionado con los atentados del 11-M y sería dirigente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Otro de los detenidos, Abdallah Mourib, ejercía de imán en una mezquita de Lanzarote.

Es la primera vez que los dos jueces que investigan en profundidad el terrorismo de origen islamista en España se ponen de acuerdo para dirigir conjuntamente una operación policial que ha permitido la detención de cuatro supuestos islamistas radicales en Lanzarote.

Hace algunas semanas que la policía rastreó la isla en busca de células islamistas. Todos los detenidos ayer pertenecen al Grupo Islámico Combatiente Marroquí y tenían establecida una base logística en Lanzarote, según indicaron ayer fuentes de la investigación.

Uno de ellos, Hassan el Haski, de 41 años y nacido en Marruecos, sería el jefe del resto, y aunque la orden de detención iba firmada por el juez Baltasar Garzón, el juez Del Olmo también le investiga por su posible participación en el atentado de los trenes de Madrid. Fue ese el motivo que desencadenó la colaboración de los dos jueces en la operación desencadenada ayer. Hassan el Haski fue detenido en la calle Papagayo de Playa Blanca-Yaiza.

Los otros arrestados son: Abdallah Mourib, imán de la mezquita de Puerto de El Carmen, de 36 años, de quien se sospecha que iba a abandonar España con rumbo desconocido; Ali Fahimi, natural de Tan Tan, Sáhara, de 31 años de edad y detenido en las cercanías de la calle Burgoa de Playa Blanca-Yaiza; y Brahim Atia El Hammouchi, nacido en Marruecos y de 40 años de edad.

Los detenidos, según fuentes de la investigación, serán trasladados a Madrid entre hoy y mañana, y el martes pasarán a disposición de los dos jueces de la Audiencia Nacional.

El Grupo Islámico Combatiente Marroquí está integrado en el Movimiento Salafista Jihadia, vinculado a la red de Al Qaeda. Entre otras acciones se le responsabiliza de los atentados de 2003 en Casablanca (Marruecos). La policía tiene acreditado que este grupo había realizado diferentes viajes por toda Europa, principalmente por Holanda y Bélgica, para mantener diversos contactos, aunque regresaban luego a Canarias, donde se sentían más seguros tras las últimas detenciones de miembros del grupo realizadas en Francia y Bélgica.

En los últimos dos meses, el juez Baltasar Garzón ha ordenado distintas operaciones policiales, en las que han sido detenidos 39 islamistas, que integrarían distintos grupos que planeaban atentados en España.

El primero de los grupos desarticulados por Garzón en la Operación Nova se creó, según figura en el auto del juez, durante la presencia de muchos de sus miembros en cárceles españolas. Dirigidos por Mohamed Achraf, jefe del grupo Mártires por Marruecos, y conectados entre sí a través de la correspondencia, los islamistas planificaron un atentado con furgoneta bomba contra la Audiencia Nacional de Madrid.

De la documentación requisada a los islamistas detenidos los investigadores concluyeron que había indicios suficientes para pensar que preparaban otros atentados contra estaciones de ferrocarril, estadios de fútbol y otros edificios que reúnen a una gran cantidad de personas.