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LAS CÁRCELES | LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

"Ningún dato permite deducir contacto entre las organizaciones"

La Unidad central de Inteligencia de la Policía remitió el 19 de noviembre un informe al juez Juan del Olmo, encargado de investigar los atentados de Madrid, sobre las relaciones entre presos por delitos de terrorismo y radicales islamistas, así como información sobre posibles vínculos, relaciones o contactos entre la organización terrorista ETA o alguno de sus miembros con organizaciones terroristas o alguno de sus miembros.

En el informe se destaca que tras realizar registros carcelarios a varios detenidos en la Operación Nova se halló en la celda de Abdelkrim Bensmail, interno en la cárcel de Villabona (Asturias) y presunto integrante de una célula terrorista perteneciente al grupo Los Mártires de Marruecos, "anotaciones manuscritas en las que aparecían las direcciones de varios presos etarras, concretamente Jorge García Sertucha, Fernando Irakula, Unai Parot e Iragui Gurrutxaga Harriet".

El informe indica que "se ha comprobado que no ha existido relación de correspondencia entre Abdelkrim Bensmail y los presos etarras". Respecto a los registros practicados en las cárceles de Zaragoza y Córdoba, donde aparecen ejemplares atrasados de Gara y Berria en poder de presos islamistas, la policía señala que "con indiferencia del módulo que dentro de la prisión ocupen los internos, la prensa que reciben desde el exterior suelen abandonarla en el comedor o en los patios, por lo que cualquier preso puede acceder a la misma".

Eel informe concluye que en la multitud de registros efectuados, "tanto a personas sospechosas de pertenecer a la organización terrorista ETA como a movimientos radicales islamistas, no se ha encontrado ningún dato que permita deducir relaciones entre organizaciones, únicamente relaciones interpersonales, que en sí mismas no implican que dichas relaciones existan más allá de las anotaciones tomadas, puesto que no se ha detectado correspondencia entre unos y otros".

Relaciones históricas

El documento también contesta al requerimiento del juez sobre posibles conexiones a lo largo de la historia entre ETA y grupos islamistas, sobre compartir campos de entrenamiento o adiestramiento, redes de financiación o aprovisionamiento de material. Y concluye que "las relaciones históricas entre ETA y organizaciones o Estados musulmanes no pueden ser referencias válidas para establecer posibles acuerdos de colaboración", que "resultaría difícil de justificar cualquier alianza" y que "no existe ninguna información en la que se constaten relaciones en cuanto a redes de financiación o aprovisionamiento, ni histórica ni actualmente".

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