Los andaluces en Secundaria comparten los malos resultados del Informe PISA

Los alumnos andaluces no participaron en el Informe PISA, que compara los resultados educativos de los países de la OCDE y que ha puesto de manifiesto las carencias de los estudiantes españoles de 15 años en materias como Matemáticas, Ciencias o Lengua, pero su situación es pareja a la que refleja el estudio -suspenden más de un 20%-, según Luis Rico, miembro del grupo de expertos que elaboraron las pruebas y vicerrector de Planificación, Calidad y Evaluación Docente de la Universidad de Granada.

"Andalucía no estaba en la muestra. El Gobierno andaluz decidió no entrar por una confrontación con el anterior Gobierno. Aunque no hay datos que lo avalen, no creo que haya grandes diferencias", aclara Rico. El catedrático de Matemáticas señala que la idea de las pruebas, que se realizan cada tres años desde el 2000 y que en el 2003 tenían como prioridad valorar las Matemáticas, es "ver cómo los estudiantes utilizan los conocimientos en la vida cotidiana, la alfabetización de las Matemáticas".

Los malos resultados de los alumnos -que colocan a España entre los diez últimos países de los 41 consultados- pueden tener numerosas causas e interpretaciones. En comparación con los demás países, afirma el catedrático, España obtiene peores resultados porque la Educación es obligatoria hasta los 16 años y la representación es más amplia. En algunos de los demás países, los alumnos que llegan a esa edad son una "cierta elite" porque los que no quieren continuar sus estudios se han retirado antes. Eso podría explicar la clasificación de España, aunque los resultados siguen siendo malos, según el catedrático, que señala que hay que analizar "ciertos datos de fondo del informe". "La autoestima de los alumnos también está por debajo de la media y la desmotivación", añade Rico.

El experto apunta hacia tres causas: el cambio cultural de la juventud, la falta de un modelo educativo estable y el desinterés en la formación inicial y continuada del profesorado. "A los alumnos les interesa, por ejemplo, Internet y no un problema convencional de Física y Matemáticas, el sistema educativo no ha abordado el cambio de la juventud, no conectamos con los alumnos. También llevamos 20 años con cambios muy bruscos y convertir la Educación en tema de confrontación es un suicidio para todos. Por último, hay un desinterés por la formación del profesorado, las universidades y la Administración tienen que hacer más", explica Rico.

Los cambios de la sociedad es otro de los factores que podría explicar el informe, según Carlos Sampedro, profesor del Instituto Federico García Lorca de la localidad granadina de Churriana de la Vega y con 33 años de experiencia. "Hoy en día la escolarización es obligatoria y en clase está reflejada toda la sociedad. En la sociedad ha habido cambios y en las aulas también. Necesitamos más flexibilidad, más medios y no tanto materiales, sino humanos. Muchas veces tenemos la sensación que los alumnos buenos se nos escapan. Hay que llegar a un acuerdo sobre el objetivo de la Educación. Y si se decide que se quiere formar a todo el mundo entonces se requiere tiempo", declara. Para Sampedro, las materias científicas han progresado en propuestas novedosas en la enseñanza aunque para ponerlas en práctica se requiere tiempo en formación. "Antes se aprovechaba el 100% del tiempo, ahora hay que conectar primero con el alumnado y después se empieza a enseñar", añade el profesor y concluye: "Las ciencias viven una crisis mundial".

María de los Ángeles del Río lleva 19 años enseñando Biología a alumnos de Secundaria y ve "múltiples causas" en el bajo rendimiento escolar, informa Raquel Hernández. Esta profesora de Biología en el IES Santa Catalina de Alejandría de Jaén cita entre estas causas la falta de medios, la ratio elevada y, especialmente, la falta de formación de los profesores, que proporcionen las herramientas necesarias para responder con otra metodología a las nuevas realidades que se concentran en un mismo aula.

"Es muy fácil impartir clase con los que están dispuestos a seguir al profesor, ¿pero qué hacemos cuando nos encontramos con un grupo, en una clase de 30, que no quieren ni dejan aprender?", se pregunta. Para esta profesora, la solución pasa por una mayor inversión en Educación, la búsqueda de nuevos métodos que motiven el aprendizaje del alumno y una enseñanza que aproxime el mundo real a la escuela y viceversa. "No me interesa que se aprendan de memoria las partes de la célula, sino que sepan lo que es y que si se expone mucho al sol puede dar lugar a un cáncer", explicó a modo de ejemplo del Río.

Maite Peña, que cursa primero de Ingeniería Industrial en Sevilla, es la otra cara de lo que refleja el Informe PISA. Premiada varias veces en las Olimpíadas Internacionales de Matemáticas, la ex alumna del centro educativo sevillano Portaceli declara que el nivel de los españoles en Matemáticas está "muy por debajo de países como China, Estados Unidos o Alemania". Aunque le sorprende que España esté tan abajo, coincide con el informe en que la desmotivación entre los alumnos es alta. Y las soluciones que da son claras: "los profesores tienen que presentar problemas relacionados con la vida real, así la mayoría de los estudiantes van a prestar mucha más atención. Las Matemáticas no están sólo en la clase", afirma.