Amenábar anima a defender con fuerza la "nueva voz del cine europeo"

Se les veía fatigados. A duras penas si habían dormido tres horas -habían llegado el sábado directamente desde Nueva York, adonde volvieron a volar ayer para seguir promocionando Mar adentro para los Oscar-, pero ahí estaban, cerca de la una de la madrugada, Alejandro Amenábar y Javier Bardem respondiendo a los periodistas tras hacerse público que habían logrado los premios al mejor director y mejor actor europeos. Contestaron a toda clase de cuestiones sobre su filme, inspirado en la experiencia del tetrapléjico Ramón Sampedro, y también a propósito del cine europeo. En este particular, Amenábar hizo votos para que, del mismo modo que hay "una nueva voz del cine latino", surja "una nueva voz del cine europeo".

El director de Mar adentro hizo esta reivindicación tras constatar que Fatih Akin, el director de Contra la pared, mejor película europea, tiene 31 años, sólo uno menos que él. Amenábar abundó en que "estaría bien que hubiera un gran cine europeo" y añadió que "grandes actores, como Bardem, necesitan del cine europeo para no tener que estar saltando continuamente el Atlántico". También Bardem se refirió a este asunto. Lamentó, como había hecho durante la gala Carlos Saura, que la distribución entre los diferentes países sea prácticamente inexistente: "Se hace mucho cine europeo, pero yo desconozco la mayoría. No puedo verlo porque no hay salas que lo exhiban. Los cines están llenos de quinceañeros de Oklahoma, que está bien que los haya, pero yo también quiero saber qué se está haciendo en Bélgica o en Holanda, o en otros países".

En cuanto a los dos premios europeos recibidos por Mar adentro -precisamente el jurado de la última edición de la Mostra de Venecia también otorgó los mismos galardones: Amenábar (premio del jurado) y Bardem (mejor actor)-, ambos valoraron que esta clase de reconocimientos siempre infunde "ánimos", pero rechazaron que sirvan para allanar el camino hacia el Oscar. "Lo que vamos a hacer ahora es seguir dándolo todo en Estados Unidos, porque creemos que esta película se lo merece, y queremos mimarla; yo me siento muy orgullosa de ella, es mi trabajo más maduro y profundo", apuntó Amenábar, quien explicó que el público está acogiendo muy bien el filme. "La gente después de ver a Ramón Sampedro en la pantalla se sorprende de lo diferente de él que es Javier".

"La película esta teniendo una acogida impresionante", coincidió Bardem con el director, "y esa percepción es sobrecogedora y bonita, porque nos damos cuenta de que la historia se percibe de la misma manera en todas partes". El actor describió la tarea de promoción que estos días realiza el equipo de Mar adentro en Estados Unidos "como una misión". "Estamos llevando a los norteamericanos la palabra de Ramón Sampedro", precisó sonriendo. "Estados Unidos es la catapulta para lanzar la película a todo el mundo", señaló Amenábar, quien anunció que, a principios de año, Mar adentro se estrenará en varios países de América Latina.

Sobre su premio, Bardem, que estuvo durante la gala sentada junto a su madre, Pilar -"quiere mucho a su niño y, además, siempre que aparece me da suerte"-, opinó que los galardones a la interpretación nunca son para el actor sino para su personaje. Consecuentemente, en su caso, afirmó, "no me han premiado a mí, sino al grandísimo personaje que es Ramón Sampedro". A la pregunta de si había visto el trabajo del resto de nominados a los premios europeos de cine, Bardem respondió: "No, no lo he visto, pero conozco a algunos de los candidatos, entre ellos a Bruno Ganz, que me parece un actor fuera de lo común".

Javier Bardem, que ya fue candidato al Oscar al mejor actor por su papel de Reinaldo Arenas en Antes que anochezca, aseguró que en esta ocasión no tiene el pálpito de repetir ahora nominación por su interpretación de Ramón Sampedro. "No, sinceramente, no me veo en la fotografía de los nominados", contestó.