_
_
_
_

Defensa tomará muestras de ADN a todos los fallecidos en misiones en el extranjero

El protocolo de identificación de cadáveres evita que se repitan casos como el del Yak-42

Miguel González

El ministro de Defensa, José Bono, no quiere que se repita un caso como el del Yak-42, que ha obligado a desenterrar los cadáveres de 30 militares para verificar su identidad real y deshacer los errores cometidos: en el futuro será obligatorio tomar muestras de ADN a los miembros de las Fuerzas Armadas que fallezcan en operaciones en el extranjero y ofrecer a sus familias la oportunidad de comprobar la identidad antes de inhumarlos. Así lo dispone el protocolo para la recuperación, identificación, evacuación e inhumación que el ministro tiene ya listo para la firma.

El protocolo detalla los pasos a dar desde que fallece un militar español en el extranjero hasta el entierro de sus restos en España. La recuperación del cadáver, su evacuación, inhumación, el apoyo a las familias o los honores militares son objeto de regulación minuciosa.

Aunque la orden se justifica, según su preámbulo, por "la creciente presencia de unidades militares españolas en operaciones fuera del territorio nacional" y la necesidad de asegurar que quienes fallezcan reciban un "tratamiento digno y respetuoso", se trata de una consecuencia del escándalo provocado por la identificación errónea de 30 de los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42 y el propio Bono la anunció en el debate celebrado el 21 de octubre en el Congreso.

Por eso, las medidas de mayor interés son las referidas a la identificación. En primer lugar, se hace obligatorio el uso de la placa de identificación personal (la chapa metálica colgada al cuello), acabando así con la diferente regulación que este asunto tiene en cada ejército.

"La identificación de los restos mortales debe ser positiva y contrastada", dice el protocolo, "tanto por indicios materiales, testimonios personales, como por análisis médico-forenses". A ser posible, explica, se hará una primera identificación en el lugar de hallazgo de los restos (mediante información gráfica y narrativa, determinación de testigos...) que se completará por el equipo sanitario en la zona de operaciones "mediante las técnicas médico-forenses de que se disponga".

"Cuanto menos", subraya, dichas técnicas incluirán las tomas de "datos macroscópicos y de biotipos; huellas dactilares, siempre que sea posible; radiografía de arcada dental, cuando sea posible y exista ficha dental previa; y muestras de ADN, fundamentalmente en sangre o de los tejidos mejor conservados".

En el caso del Yak-42, según declaró en la Audiencia Nacional el general médico Vicente Navarro, sólo se tomaron datos macroscópicos; es decir, observables a simple vista.

El protocolo especifica que las técnicas practicadas en la zona de operaciones tendrán una duración máxima de siete días y su resultado "deberá reflejar claramente el grado de certeza con que se completó la identificación y la necesidad o no de completarla" en España. Tras su evacuación a territorio nacional, los cadáveres se trasladarán al Hospital Central de la Defensa para completar la identificación.

Comprobación por familias

Una vez concluido dicho proceso, "se procederá, en el plazo de dos días, a la comprobación de la identidad por los familiares si así lo desean. Caso de manifestar su desacuerdo, se procederá a un nuevo proceso de identificación", agrega la orden.

Los restos mortales se entregarán a las familias "en acto solemne" y "se rendirán honras fúnebres en el lugar de inhumación que la familia determine"; aunque ésta no podrá realizarse "hasta transcurridas al menos 72 horas" del fallecimiento. Las familias contarán con un grupo de apoyo integrado, al menos, por un oficial, un suboficial o soldado de la unidad de procedencia, un psicólogo, un médico "y, a petición de la familia, la asistencia religiosa que desee". Defensa correrá con todos los gastos.

Uno de los artículos más rigurosos establece la obligación de reflejar por escrito todos los pasos, lo que contrasta con el hecho de que las víctimas del Yak-42 fueran repatriadas sin documentación. Se incluirán "al menos" 18 documentos, desde el parte de baja del jefe de la unidad, hasta la autorización del sepelio por la autoridad judicial, pasando por el informe definitivo de identificación o el "acta de aceptación por la familia de identificación y entrega" de los restos. Si fuera imposible identificar el cadáver, "pero se tuviese la certeza" de que es un miembro de las Fuerzas Armadas, "tendrá el tratamiento de soldado español".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_